Los créditos en Venezuela aumentaron un 125 % el año pasado respecto a 2021 y superaron, al cambio, los 733 millones de dólares, según estadísticas oficiales, un nivel muy por debajo de lo que requiere la economía del país, cuyo sector privado necesita una financiación mayor a los 5.000 millones.
De acuerdo con la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), la cartera de créditos cerró el año pasado en 733,59 millones de dólares, al tipo de cambio oficial según el Banco Central (BCV), lo que supone un incremento de 407,72 millones respecto al monto alcanzado a finales de 2021, que fue de 325,87 millones de dólares.
No obstante, economistas y empresarios aseguran que el nivel actual de financiamiento «es muy pequeño en términos de lo que la economía requiere».
El 78 % de los empresarios se quejó de la falta de financiación durante el tercer trimestre del año pasado, según un estudio presentado en noviembre por la Confederación de Industriales (Conindustria), que cifra en 5.000 millones de dólares las necesidades del sector.
La firma Ecoanalítica calcula que las necesidades mínimas de financiamiento para el sector privado, incluyendo pequeñas y medianas empresas y emprendedores, está por el orden de los 6.000 millones de dólares, lo que significa que, en este momento, «se cubre menos del 20 %» de lo requerido.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, prevé que la cartera de créditos crezca este año, pero «sin capacidad de atender todas las necesidades del sector privado», además de que «seguirá siendo el crédito al consumo el gran excluido».
«Necesitamos una reforma profunda del sistema financiero para que el crédito pueda dinamizarse y normalizarse», dijo el experto recientemente a través de su cuenta de Twitter.
El crédito ha respondido a una flexibilización de la política gubernamental que restringió la financiación para intentar controlar la demanda de dólares disminuyendo la emisión de bolívares, necesarios para comprar divisas.
2001