Un spa en tu propia casa es el mejor regalo para tu cuerpo y mente. Descubre en 5 pasos cómo vivir una experiencia de spa completa sin salir a la calle.
El ritmo de vida actual nos obliga a parar, a dedicarnos unos instantes de relax que nos ayuden a equilibrar cuerpo y mente. Para conseguirlo, nada mejor que vivir una experiencia de spa, y para ello no es necesario salir de casa. La idea de convertir tu casa en un spa puede parecer descabellada pero en realidad es mucho más fácil de lo que parece y de lo más económica. Las ventajas de relajarte sin salir a la calle son innumerables y, por ello, Bestway nos descubre los pasos necesarios para que tú también te beneficies. Toma nota y regálate una sesión de spa en tu propia casa:
Selecciona el entorno
Antes de crear tu propio spa debes elegir la zona más adecuada para ello. No todas las zonas de una casa proporcionan la tranquilidad necesaria para que puedas regalarte ese relax típico del spa. En la mayoría de los casos el lugar más idóneo suele ser el dormitorio principal ya que éstos suelen tener el baño incorporado y son más amplios que el resto de estancias de la casa. En el caso de las viviendas con jardín o terraza, fuera del alcance de la vista de los vecinos, estos espacios exteriores son también muy recurrentes para un spa en pleno verano.
Crea un ambiente propicio
Una vez tengas el lugar seleccionado debes decorarlo para que cuando entres en él realmente te sientas en un espacio relajante cien por cien. Para el olfato, pon velas aromáticas que, además, crean una luz tenue y, para la vista, unas flores de tonos suaves, naturales o artificiales. Otra cosa que no puede faltar en tu spa casero es la banda sonora con una música sensual y relajante. Para el gusto, tómate un par de onzas de chocolate negro.
Prepara tu mente
Prepara tu mente
Unos 15 minutos antes de empezar a disfrutar del spa, túmbate en un lugar cómodo y olvídate de cualquier preocupación dejando la mente en blanco para disfrutar del momento. De esta manera podrás iniciar tu ritual partiendo de un estado de serenidad bastante avanzado.
Y por fin… el baño
Añade al agua caliente de la bañera unas gotas de aceites esenciales como el de lavanda, de lo más relajante, pétalos de rosa y bolas efervescentes con aromas (bombas) para crear un baño de burbujas. Sumérgete y dedícate unos minutos de máximo relax. Concéntrate en los aromas que te envuelven y cómo acarician tu piel las burbujas y los pétalos, no pienses en nada más, este momento es sólo para ti. Además, si tu bañera tiene hidromasaje, no dudes en disfrutarla. También puedes aprovechar para ponerte una mascarilla facial y/o capilar permitiendo que actúe mientras te relajas.
El después también importa
El momento spa no termina al salir del baño. Sécate suavemente con una toalla y aplica una crema corporal hidratante en todo tu cuerpo, si tiene aroma mejor, para dejar tu piel suave y perfumada. Aprovecha este momento para darte pequeños masajes en determinadas zonas mientras te aplicas la crema.
mujerdeelite
Por Confirmado: María González