El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) afirmó hoy que el periódico venezolano El Nacional, que imprimió su última edición el 14 de diciembre, es la “más reciente víctima” del Gobierno de ese país por acallar el periodismo crítico y limitar las voces de medios independientes.
El director y dueño del periódico, Miguel Henrique Otero, exiliado en España desde donde dirigía el rotativo, anunció ese día que, tras 75 años, cesarían la edición impresa para continuar solo con la versión digital debido a falta de papel.
A través de una corporación, la llamada revolución bolivariana controla desde hace unos cinco años las bobinas de papel que se importan y se entregan a los periódicos, una medida que según El Nacional y el Colegio Nacional de Periodistas beneficia solo a los medios “que son anuentes de la política del Estado”.
Debido a la crisis económica que afronta el país, los dueños del rotativo no pudieron importar más papel, por lo que dependían de la corporación estatal, que siempre les negó las bobinas. También enfrenta demandas de dirigentes chavistas.
El Nacional, fundado en 1943, y crítico del Gobierno, se había mantenido operando por donaciones de papel que recibió de medios locales y de varios países.
“El Gobierno de Nicolás Maduro debe respetar el derecho de todos los venezolanos a la información y garantizar que los periódicos independientes tengan acceso a todos los insumos que necesitan para continuar publicando sus ediciones impresas”, señaló en un comunicado Natalie Southwick, coordinadora del Programa de Centroamérica y Suramérica del CPJ.
La Prensa de Lara