Eran las 10:30 de la mañana de ayer y en ese momento Karina Lira iba circulando por la avenida Guzmán Lander del sector Colinas de Barcelona, cuando observó a una mujer que cargaba una bolsa con pañales y leche para niños.
“¿Dónde están vendiendo eso?”, preguntó Karina con insistencia a la mujer, quien le respondió que lo consiguió en el Todo Hogar, ubicado en esa vía.
Fue cuestión de segundos para que comenzara a correr hasta llegar al establecimiento comercial.
Ella no fue la única que le imprimió velocidad a sus pasos. Varias personas hicieron lo mismo en la avenida, lo que generó alarma entre los que circulaban en los vehículos, quienes bajaban los vidrios para preguntar qué estaba pasando en los alrededores.
El tránsito se tornó sumamente lento. Seis mujeres que iban detrás de una camioneta se bajaron y también salieron con destino a Todo Hogar.
La situación, efectivamente, tenía que ver con la venta de productos en esa cadena. La cola abarcaba dos niveles.
“Yo llegué hace media hora”, dijo Sofía Barroso, quien tenía no menos de 100 personas detrás de ella.
Dijo que se emocionó cuando supo que estaban vendiendo esos productos, porque tenía semanas detrás de ellos.
“La otra vez estaban vendiendo pañales en Limpiatodo, pero resulta que no me tocaba comprar ese día”.
Teresa Corona expresó que resulta toda una odisea adquirir pañales para su hijo.
“Cerca de mi casa hay un puesto informal en donde los venden muy caros. He tenido que pagar hasta 1.000 bolívares y quién con un sueldo un poquito por encima del mínimo puede costear eso, nadie”.
La mujer insistió en que las autoridades deben reforzar los operativos para impedir la reventa de productos de primera necesidad a precios especulativos.
La prioridad para acceder al negocio era para las mujeres que cargaban bebes en sus brazos.
No faltó quien se quejara de personas que supuestamente se estaban coleando.
“Yo no entiendo por qué la gente no puede esperar tranquilamente, siempre tienen que quererse adelantar a los demás”, se quejó una mujer.
Control
Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) custodiaron el acceso al establecimiento.
La jornada transcurrió sin mayores inconvenientes.
A las 11:00 de la mañana se acabó la leche. “Quedan pocos pañales”, respondió una mujer, cuando le preguntaron los que permanecían en la cola si valía la pena seguir esperando en medio del sol.
Limitante
Un empaque de pañal y una unidad de leche en polvo fue lo máximo que podía adquirir cada persona en Todo Hogar. En ese establecimiento no existe control por cédula de identidad para comprar, a diferencia de Limpiatodo y otras tiendas.
José Madrid
Fuente: El Tiempo