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Coronavirus en Estados Unidos: caen los contagios en todo el país, pero un estado registra récord de muertes

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Coronavirus en Estados Unidos: caen los contagios en todo el país, pero un estado registra récord de muertes


 Mientras varios gobiernos locales levantan los mandatos para el uso de mascarilla en interiores, algunas áreas siguen golpeadas por la variante ómicron

 

 

WASHINGTON.- Al tiempo que la principal voz especializada en Covid en Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, dijo esta semana que el país “ciertamente” está saliendo de “la fase explosiva de la pandemia″, la tasa de nuevas infecciones y hospitalizaciones por coronavirus a nivel nacional está disminuyendo, pero algunas áreas todavía están bajo el control de la variante ómicron, altamente transmisible. Mientras tanto, cada vez más gobiernos locales levantan la obligatoriedad del uso de la mascarilla.

 

 

Un puñado de estados en el sur, incluidos Kentucky, Oklahoma, Tennessee y Virginia Occidental, informaron su mayor número de casos nuevos a mediados o fines de enero, según una base de datos del New York Times. Las hospitalizaciones y las muertes, cuyas curvas tienden a aumentar varias semanas después del pico de casos, también fueron preocupantemente altas.

 

 

En algunos de estos estados, es posible que el aumento simplemente haya comenzado más tarde. Pero algunos también tienen tasas de vacunación más bajas, lo que resulta en más hospitalizaciones y muertes. Si bien el promedio nacional de vacunación completa ha alcanzado el 64 por ciento de la población, Virginia Occidental y Kentucky están en solo el 56 por ciento; Oklahoma, en 55 por ciento; y Tennessee, en 53 por ciento.

 

 

Shoppers wear masks while walking through an indoor market in New York, Wednesday, Feb. 9, 2022. New York Gov. Kathy Hochul announced Wednesday that the state will end a COVID-19 mask mandate requiring face coverings in most indoor public settings, but will keep masking rules in place in schools for now. (AP Photo/Seth Wenig)Seth Wenig – AP
Las hospitalizaciones diarias en Kentucky, Oklahoma y Tennessee finalmente, en los últimos días, han disminuido modestamente, según la base de datos, pero en Virginia Occidental han aumentado ligeramente. El promedio de muertes diarias en Virginia Occidental y Kentucky sigue aumentando.

 
 
Esa tendencia, picos agudos de casos que luego se desplomaron, seguidos de un aumento más modesto en las hospitalizaciones y las muertes, se desarrolló primero en los estados del noreste como Nueva York y Nueva Jersey, donde ómicron llegó antes, y luego en todo el país.

 

 

Durante la semana pasada, se informó un promedio de más de 227.000 casos de coronavirus cada día en los Estados Unidos, una disminución del 63 por ciento con respecto a hace dos semanas. El pico nacional de la pandemia, alcanzado a mediados de enero, fue de más de 806.000 casos, según la base de datos del Times.

 

 

Y el promedio diario de pacientes hospitalizados con Covid, que alcanzó su punto máximo el 20 de enero con más de 159.000, se redujo a alrededor de 108.000 el miércoles. Pero no todos los estados están en la misma línea de tiempo.

 

 

Récord de muertes

 


El promedio de muertes sigue siendo alto en California y Florida, y Washington informó más muertes por Covid en la última semana que en cualquier otro período de siete días de la pandemia.

 

 

El miércoles, cuando una avalancha de estados anunció que dejarían expirar la obligatoriedad de uso de barbijos, el gobernador Jay Inslee, de Washington, buscó un término medio.

 

 

Al señalar que las tasas de hospitalización fueron más altas en el estado “que en cualquier otro momento durante la pandemia”, Inslee anunció el final de un mandato de uso de mascarillas al aire libre a partir del 18 de febrero, pero solo ofreció la esperanza de poder fijar una fecha la próxima semana para el fin al mandato para interiores. “Hoy, todavía se recomienda precaución”, dijo. “Sigue siendo nuestra mejor defensa”.

 

 

Mientras tanto, la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la doctora Rochelle P. Walensky, dijo enfáticamente el miércoles que si bien los casos estaban disminuyendo, es demasiado pronto para que todos los estadounidenses se quiten las mascarillas en lugares públicos cerrados.

 

 

“Nuestras hospitalizaciones siguen siendo altas, nuestras tasas de mortalidad siguen siendo altas”, dijo durante una rueda de prensa del equipo de respuesta de Covid de la Casa Blanca. “Entonces, aunque trabajemos para lograrlo y nos alienten las tendencias actuales, aún no hemos llegado”.

 

 

Qué hará Biden

 


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien cantó victoria demasiado pronto la última vez que la pandemia de Covid amagó con llegar a su fin, ahora parece que se está tardando.

 

 

El demócrata, elegido bajo la promesa de derrotar la pandemia, está en una posición cada vez más difícil a medida que la variante ómicron, en franco retroceso, tienta a los estadounidenses a soñar con un regreso a la vida normal.

 

 

Muchos estados controlados por republicanos actúan desde hace tiempo como si el Covid hubiera terminado, aún cuando los hospitales todavía estaban repletos enfermos y moribundos

 

Pero ahora, con los casos finalmente cayendo en picada, los aliados de Biden empiezan a aliviar las restricciones.

 

 

Estados con gobiernos demócratas como California, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York, Oregón o Rhode Island, anunciaron el fin o la flexibilización del uso de mascarillas, que completaban casi dos años.

 

 

¿Y Biden? Aún espera la última palabra de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), que todavía pregona el uso del barbijo.

 

 

La Casa Blanca insiste en que Biden se guía por hechos médicos, contrario a los repetidos intentos por minimizar la crisis e ignorar las advertencias científicas de su predecesor, el republicano Donald Trump.

 

 

Pero el presidente tiene muy presente su declaración prematura de victoria que emitió el verano boreal pasado, cuando el coronavirus parecía estar bajo control y la campaña de vacunación avanzaba a paso fuerte.

 

 

En efecto, llegó al punto de declarar a la fiesta nacional del 4 de julio como el “día de la independencia del Covid-19″ y ofreció un asado en la Casa Blanca para 1000 invitados. No contaba con que la nueva y aterradora variante delta se afianzaba y que ómicron, todavía más transmisible, estaba en la cola. Desde ese entonces, otros cientos de miles de estadounidenses se sumaron a la lista de muertos por Covid.

 

 

Agencia AFP y The New York Times

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