La vibrante concha acústica de Colinas de Bello Monte se llenó de anticipación y emoción el pasado 14 de diciembre con la esperada presentación de Corina Smith y su tour «Triste pero siempre mami». La noche prometía ser inolvidable, y aunque hubo algunos percances, la energía y la entrega de la artista lograron conquistar al público caraqueño.
Triste pero siempre mami
El telón se levantó con la icónica frase «Triste pero siempre mami», título que da nombre al tour que planea llevar a través de Venezuela y más allá. Sin embargo, como en toda producción en vivo, algunos desafíos técnicos se hicieron evidentes. Programada para subir al escenario a las 7:00 p.m., Corina Smith hizo su entrada triunfal cerca de las 9:00 p.m., lo que causó un breve retraso que no afectó el ánimo de sus fanáticos.
Playback
Aunque su público no dejaba de corear sus canciones, algunos observadores notaron que la ejecución de Smith estaba respaldada en ocasiones por pistas pregrabadas, y en momentos la velocidad de la música parecía superarla. A pesar de estos contratiempos, el espectáculo continuó y el talento de sus bailarines, con pasos coordinados y detalles impactantes, mantuvo la atención del público en alto.
En el marco de «Triste pero siempre mami», Corina Smith compartió momentos íntimos con su audiencia al invitar a dos chicas del público, Juni Migbelis y Carolina Herrera, al escenario. Estas valientes jóvenes compartieron sus historias de desamor, y como reconocimiento, el equipo de Corina Smith les regaló un viaje con todo incluido a Canaima para dos personas.
Colaboraciones y sorpresas
El punto culminante de la noche llegó con las sorpresivas colaboraciones. El puertorriqueño Noriel se unió a Smith en el escenario para interpretar una de sus colaboraciones, sin dudas agregó una dosis extra de energía a la velada. La amiga cercana de la artista, Vanessa Suarez, también hizo una aparición especial para dar vida al tema «Vid».
Autotune en vivo
Al finalizar su presentación, Corina Smith se despidió entre aplausos y ovaciones, aunque con un ligero inconveniente técnico. El autotune en su micrófono seguía activado, lo que generó un sonido peculiar y en ocasiones dificultaba la comprensión de sus palabras. A pesar de estos detalles, la artista logró conectar con su audiencia y dejar una huella imborrable en la noche caraqueña.
2001