Las amenazas a nuestros archivos pueden venir en todas las formas y tamaños, desde el robo de dispositivos hasta un ataque malicioso en la red, o incluso algo más exterior como un incendio o una fuga de agua en la oficina.
Crear múltiples copias de seguridad de los datos más importantes puede parecer una tarea tediosa, pero puede ahorrarnos mucho tiempo y problemas a largo plazo. Así, cuando ocurra un desastre, todos los datos permanecerán seguros y la cantidad de tiempo de inactividad que podrías experimentar se reducirá significativamente. Y no habrá nada que lamentar.
Una forma brillante y sencilla de hacer copias de seguridad de los archivos es siguiendo el método o regla 3-2-1.
La primera regla del método 3-2-1 es tener al menos dos copias de seguridad adicionales además de los archivos originales. Muchas personas cometen el error de tener una sola copia de seguridad de sus archivos. Si bien esto es ciertamente mejor que no tener ninguna copia de seguridad, tener al menos dos duplicados adicionales reduce significativamente la posibilidad de pérdida de datos.
Para proteger aún más los datos, hemos de asegurarnos de utilizar no menos de dos tipos de dispositivos de almacenamiento. Por ejemplo, evite usar dos memorias USB o dos ordenadores portátiles para hacer las copias de seguridad o backups.
Si bien la parte tecnológica de las copias de seguridad es crucial, una de las mejores cosas que podemos hacer es almacenar físicamente los archivos en diferentes ubicaciones.
Como ya se ha mencionado, está bien hacer varias réplicas de sus datos, pero si se almacenan en el mismo sitio se corre el riesgo de que todos se vean afectados si se produce un desastre. En este desafortunado escenario, perderíamos todos los datos. Para evitarlo, que al menos una de las copias de seguridad esté, por ejemplo, en la nube.
GV