A lo largo de toda la tarde del viernes, cientos de manifestantes se fueron reuniendo en uno de los principales accesos al centro de la capital, la Autopista Fajardo, a la altura de Altamira, municipio del Chacao.
Decidido a terminar con toda forma de protesta luego de los trágicos incidentes del jueves, que dejaron tres muertos, el gobierno de Nicolás Maduro desplegó a decenas de agentes de la Policía y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Con camiones hidrantes, escudos y disparos intentaron desalojar a los manifestantes. El saldo fue de un herido bala y cuatro detenidos, según confirmó a El Nacional, Einer Guiliani, director de la Policía de Chacao.
El estudiante Gonzalo Fernández fue quien recibió el proyectil policial en el abdomen. Fue internado en el Centro Médico Docente La Trinidad, con una lesión renal.
Según Guiliani, las autoridades debieron intervenir porque la protesta se desmadró. «No tienen que hacer destrozos a los bienes públicos o privados. Eso provoca que las fuerzas del orden los detengan», aseguró.
Sin embargo, muchas imágenes y testigos dieron cuenta de que se trataba de una manifestación pacífica. El periódico venezolano relata que aproximadamente 500 estudiantes se habían concentrado en la Fajardo, hasta que las fuerzas de seguridad comenzaron con el desalojo con bombas hidrantes y gases lacrimógenos.
Entonces comenzaron los incidentes y los manifestantes fueron desplazados hacia la Plaza Francia, en Altamira. Allí también se registraron enfrentamientos.
La ONU exige investigar las muertes
Los autores de los asesinatos de manifestantes en Caracas «deben ser enjuiciados» y «sancionados con las penas adecuadas», afirmó en Ginebra el vocero del Alto Comisionado, Rupert Colville.
«Estamos especialmente preocupados por informaciones sobre ataques contra manifestantes por parte de grupos armados que actúan con impunidad. También nos preocupa que la situación pueda desencadenar más estallidos de violencia», afirmó Colville ante la prensa.
«También hemos recibido preocupantes informaciones sobre intimidaciones a periodistas, a algunos de los cuales se les incautaron sus equipos, así como informaciones de que periodistas locales e internacionales fueron agredidos cuando cubrían las protestas», añadió Colville.
«Además, algunos manifestantes habrían sido detenidos y podrían ser enjuiciados acusados de terrorismo. También se ha informado que a algunos manifestantes, incluidos menores, se les ha negado tomar contacto con sus familiares o abogados», declaró.
La noche de este viernes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, exhortó al funcionario de la ONU a evitar opiniones sobre el país sudamericano. «Es un abusador con la opinión que da. Le pido a Rupert Colville que no sea abusador. Que si quiere saber de Venezuela me llame o venga para acá, pero que no esté opinando de Venezuela», dijo en una alocución desde el parque Ezequiel Zamora, oeste de Caracas.
Infobae