Después de cinco días de enfrentamientos en el Centro Penitenciario de Occidente -CPO- ubicado en Santa Ana municipio Córdoba del estado Táchira, familiares de los detenidos se mantienen en zozobra porque desconocen el estado de quienes se encuentran adentro.
A las afueras del CPO, María Pérez, madre de un interno, con lágrimas en los ojos, solicitaba información sobre lo que ocurría, pues las ráfagas de disparos que escucharon el pasado miércoles eran «desesperantes».
Al parecer, la molestia de los detenidos se debe al retardo procesal, porque desde hace dos meses no los presentan en tribunales, así como también por el presunto traslado que se llevaría a cabo en los próximos días a otros penales del país, medida con la que no están de acuerdo porque quedarían lejos de sus familiares.
De acuerdo a información extraoficial ofrecida por familiares de los reclusos, habría uno de ellos muerto y otros ocho heridos, pero ninguna fuente oficial lo ha confirmado. Según dicen los heridos no han podido ser trasladados a centros hospitalarios, por lo que fueron atendidos en la enfermería de la cárcel por los enfermeros presos.
Por su parte, el presidente de la Fundación de los Privados de Libertad -Fundecit-, Juan Guerrero, a través de la oficina parlamentaria de Walter Márquez informó que la Guardia Nacional habría arremetido de manera unilateral en contra de los internos. Indicó que indagó con representantes de la Defensoría del Pueblo y de la Defensoría Pública, sobre el operativo de control de la GNB y no tenían conocimiento sobre el mismo.
«Estamos preocupados por nuestra seguridad en el penal. Tenemos información irrebatible de que los muertos son varios y los heridos son ocho», dijo.
Informó que los reclusos quieren mesas de diálogo con representantes de la cartera del Sistema Penitenciario y la presencia de la ministra Iris Varela, para garantizar sus solicitudes y respeto a sus derechos humanos.
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