Puedén masturbarse todas las veces que quiran. Pero deben ir con cuidado con la cantidad de porno que se consume, ya que puede reducir el cerebro. Así lo ha constatado un estudio realizado por los investigadores del Centro de Psicología del Ciclo Vital de Berlín.
Gracias a Internet ahora el porno es accesible, barato, incluso gratis para todo el mundo. Este hecho llevó al Centro a realizar un estudio para comprobar como afectaba este hábito de consumo en el cerebro. Hay que puntualizar que el estudio se realizó solo a hombres, concretamente a 64, así que habrá que esperar para ver cómo afecta esta práctica en el cerebro de las mujeres, quizás por el prejuicio de que nosotras no vemos porno.
Mientras los hombres les decían cuántas horas de porno consumían a la semana, los investigadores les realizaban escáneres cerebrales para poder corroborar si realmente el hecho de ver porno afectaba al funcionamiento del cerebro.
Según los investigadores, estos daños podrían deberse a una estimulación intensa del sistema de recompensa del cerebro, que se activa frente a un estímulo externo y se encarga de liberar la dopamina y la oxitocina, responsables de las sensaciones placenteras. Aunque estas substancias sean propias del enamoramiento, también se liberan gracias al estímulo de la pantalla y no solo con el amor recibido o dado con otra persona.
Además, otro estudio realizado por la Universidad de Cambridge, descubrió que el porno en grandes cantidades producía la misma reacción en el cerebro que la adicción a las drogas. Como afirman los investigadores, al igual que los drogadictos buscan drogas porque quieren y no porque la disfruten, los enganchados al porno sentían ansía de ver los vídeos, pero su deseo sexual no aumentaba.
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