Los constructores privados quedaron fuera de la lista de prioridades del Sistema Complementario de Administración de Divisas. La situación los ha obligado a comprar 60% de los insumos para culminar las edificaciones a dólar libre, lo que eleva los costos, limita la oferta, los hace más dependientes de las dádivas gubernamentales e impide bajar los precios de los inmuebles, aseguró Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela.
Explicó que al no estar el sector incluido en la lista preferencial para las próximas subastas, se ven afectadas piezas básicas que toda construcción requiere antes de ser entregada como ascensores, suiches o cables, producidos en Venezuela, pero en cantidades insuficientes para suplir las importaciones.
También hay necesidades de máquinas excavadoras, cargadoras frontales, camiones articulados, motos niveladoras, utilizadas para los movimientos de tierra antes de la construcción.
Particularmente un ascensor debe comprarse como mínimo 12 meses antes de concluir un edificio, pues en caso contrario se atrasa por el tiempo que se tarda en producirlos y comercializarlos, agregó.
Es el caso de tuberías, baldosas, pintura o el anime que se emplea en las casas prefabricadas, cuya industria está paralizada por carencias de materia prima.
La escasez de mayor difusión es en los materiales más básicos como cemento, acero o cabilla, con un desabastecimiento de 70%, según cifras de los gremios. “Fue un fracaso expropiar las empresas básicas. Debería haber un plan para abastecer al mercado, porque la terrible especulación la paga el pueblo al cancelar una cabilla en 100 bolívares cuando cuesta 15”, afirmó.
Martini negó la existencia de obras paralizadas por falta de materia prima, sin embargo admitió que el rendimiento ha caído considerablemente. “Claro, si la situación se alarga se observará un detenimiento de las construcciones”.
Bajos inventarios. Los privados requieren dólares para insumos o repuestos, especialmente equipos pesados, pero desde enero no se han liquidado divisas al sector, que cayó 1,2% en el primer trimestre y, como resultado, los precios se han disparado porque se cotizan a un monto fuera de regulación, refirió una fuente que pidió no citar su nombre.
Hermógenes Emperador, director de Infraestructura, Maquinaria Pesada y Energía de la Cámara Venezolana de la Construcción, indicó que una gran marca internacional, acostumbrada a abastecer 80% del mercado constructor con equipos pesados, no tiene repuestos en sus almacenes, consecuencia de que las liquidaciones descendieran al mínimo.
En los primeros seis meses de este año se ha otorgado 10% de los Certificados de No Producción solicitados por la industria, equivalentes a 140 máquinas, cuando el año pasado, el Ejecutivo benefició cerca de 60% de las peticiones, aproximadamente 1.400 máquinas que se incorporaron, informó Emperador.
Para resolver la situación, el directivo planteó la formación de nuevas mesas técnicas con el Ministerio de Comercio y establecer normas viables para las importaciones.
Misión vivienda. Martini afirmó que 80% de las obras públicas y privadas tienen problemas de suministro de materias primas, según un sondeo de mercado. El Banco Central de Venezuela obvia la publicación de datos oficiales desde el año 2011.
Para esta fecha de 2012, resumió Martini, el Ejecutivo entregaba 120.000 viviendas, pero este año la cifra se acerca a 50.000. “Es una desaceleración superior a 50%. La efectividad de la Misión Vivienda está en riesgo porque no hay materia prima”.
Además, 68% de las viviendas no son nuevas, son sustituciones de ranchos por casas, proyecto que no lucha contra el déficit.
Maquinaria obsoleta
Hermógenes Emperador, director de Infraestructura, Maquinaria Pesada y Energía de la Cámara Venezolana de la Construcción, señaló que 60% de la maquinaria operativa en Venezuela tiene entre 15 y 20 años de uso. “Las reparaciones son tan costosas que muchas veces es preferible comprar nuevos equipos en el extranjero”.
Otro inconveniente con los equipos viejos es que la fabricación de sus repuestos está descontinuada y es complicado buscarlos entre los distribuidores. Sin embargo, incorporar al mercado nueva maquinaria genera gastos colaterales, pues se requiere formar operadores porque los mecanismos tienen un alto nivel de tecnicidad.
Erich Hartkopf, presidente de la Cámara Venezolana de Distribuidores de Repuestos, Equipos Pesados y Agrícolas, propuso que más allá del Sicad debería existir un mecanismo alterno para emergencias. “La maquinaria de vieja data debería sustituirse a tiempo”.
El problema es que con la normativa vigente es prácticamente imposible tener repuestos de emergencia. “Cuando el permuta era libre, esto funcionaba perfectamente”, comparó.
50.000 viviendas ha culminado el Ejecutivo sobre una meta de 380.000 unidades. En julio del año pasado se calculaban cerca de 120.000 casas entregadas.
1,5 millardos necesita la industria para comprar 10.000 máquinas nuevas a un precio promedio de 150.000 dólares, lo que actualizaría el parque y supliría a las empresas.
Fuente: El Nacional