Decenas de conservadores moderados, encabezados por la ex ministra de Educación Nick Morgan, han roto filas con la «premier» Theresa May y han decidido hacer causa común con laboristas y liberal-demócratas en una alianza contra elBrexit «duro» (con el ex líder laborista Ed Miliband y ex viceprimer ministro Nick Clegg en primera fila).
El objetivo de la insólita alianza es forzar a Gobierno de Theresa May a someter las condiciones para la ruptura con la Unión Europea a un voto en el Parlamento.
«No estamos cuestionando el resultado del referéndum ni pidiendo una nueva consulta popular», declara a The Observer Keir Starmer, secretario «a la sombra» para el Brexit del Partido Laborista. «Lo que reclamamos es el que el proceso siga un cauce democrático y que no se intente esquivar al Parlamento».
Starmer advirtió que la votación debería celebrarse antes de invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, antes de finales de marzo. «Los diputados reclamamos el derecho a pronunciarnos sobre las condiciones que pretende poner sobre la mesa de negociación el Gobierno británico, incluido el acceso al Mercado Único».
El reciente discurso de Theresa May, anunciando que antepondrá el control de la inmigración al acceso al Mercado Único, ha reactivado la preocupación ante el Brexit «duro», que supondría también la renuncia a la unión aduanera y la ruptura total de las relaciones comerciales con Bruselas.
Theresa May ha defendido hasta el momento el secretismo de las negociaciones y se ha resistido a la posibilidad de que un voto en el Parlamento, donde los conservadores tienen mayoría absoluta pero siguen irreconciliablemente divididos ante el Brexit, pese a la apariencia de unidad y a la euforia exhibida en la reciente conferencia del partido en Birmingham.
ElMundo