1.- El lugar es clave
Christian tiene su playroom (cuarto de juego) donde mete a Ana cada vez que se quiere poner kinky. Como no todo el mundo es millonario como él, lo ideal es tener un espacio donde ambos se sientan totalmente libres para ejercer su sexualidad a todo lo que dé. Tu misma habitación puede ser pero deben asegurarse que en realidad sea un espacio solo para ustedes y su momento de disfrute (nada de hijos, celulares o tv).
2.- Ropa interior levanta ánimo
Christian tiene una suerte de fetiche por Ana usando lencería en colores pasteles, de encaje o batas de seda. El consejo aquí aplica de la siguiente manera: conoce a tu pareja. ¿Qué le gusta que uses? ¿Con qué lo provocas más? Cuando le agarres la vuelta al asunto, volverlo loquito será mucho más fácil.
3.- Los ojos son el camino al orgasmo
Para el momento del acto sexual como tal, Ana suele estar extremadamente excitada porque Christian se ha encargado de ir envolviéndola poco a poco en un juego de seducción. El uso de las miradas es clave para esto. “Ver pero no tocar” crea expectativas sexuales muy interesantes y hacer el acto mucho más placentero. P.S.: esto también aplica mirando porno juntos si eso les gusta a ambos.
4.- Fantasía al poder
Un error muy frecuente es creer que “quieres ser como Christian o Ana” o tener la clase de sexo que ellos tienen. La verdad podría ser en realidad que lo que quieres (o ambos quieren) es jugar con el poder y el dominio durante el sexo, por lo que es importante conocer muy bien cuáles son tus fantasías y las de tu pareja. Para esto, la comunicación es clave y el camino para lograr cumplirlas con satisfacción y sin accidentes chimbos.
“50 Sombras de Grey” puede ser de mucha ayuda para nuestra vida sexual, siempre y cuando aprendamos a reconocer lo que se amolda a nuestras necesidades, realidades y gustos. No todos somos Christian y Ana pero, ciertamente, sí podemos aprender una o dos cosas de sus prácticas sexuales y hacerlas nuestras para el placer.
Es importante: no todas las prácticas sexuales son para todo el mundo, no solo porque no estamos preparados para sentirlas sino para ejercer diferentes clases de poder. El mejor ejemplo para esto es la chica que murió durante unas prácticas de sadomasoquismo que había leído en “50 Sombras de Grey”. ¡Pilas!
Fuente: PlanetaUrbe