¿La cosa se ha puesto tan complicada que él prefiere irse al sofá? ¿Dos son multitud en la cama? A veces sí, para que nos vamos a engañar, pero merece la pena hacer el esfuerzo. Piensa que dormir en pareja, en una posición en la que ambos estéis cómodos y mantengáis contacto corporal, fortalecerá (y mucho) vuestra relación. Si te cuesta encontrar la llave de la comodidad, prueba con las cuatro posturas que te presentamos a acontinuación. Te permitirán acurrucarte, hacer mimitos y, sobre todo, disfrutar de un reparador sueño en pareja.
Juntos pero no revueltos
Boca arriba + De lado
Si eres de las que duerme boca arriba, sepárate un poco de tu chico para evitar despertarte con un brazo dormido por el peso de su cuerpo. Además, mantén los brazos a los lados, nunca por encima de la cabeza, o te levantarás con los hombros más cargados que si te hubieras pasado todo el día de rebajas arrastrando mil bolsas.
Boca abajo + De lado
A ti te encanta acurrucarte, pero a él tanto contacto le agobia y dice que pasa más calor que en una tostadora. Con esta postura, respetarás su espacio… sin renunciar a tus tiernas caricias. Ponle un cojín pequeño bajo la barriga para que no se le acumule demasiada tensión en la espalda.
Boca arriba + Boca arriba
En esta postura no podréis abrazaros demasiado, pero sí enlazar vuestras manos o jugar con los pies. Si os giráis un poco, le añadiréis un plus de romanticismo a vuestros sueños, y vuestra relación se reforzará todavía más gracias al contacto visual justo antes de dormiros.
De lado + De lado
Si los dos dormís de lado, este clásico incombustible es, sin duda, la postura de vuestra vida. Doblando las rodillas reduciréis la presión en la columna. Además, si os ponéis una almohada entre las piernas evitaréis levantaros con ellas agarrotadas y aliviaréis, aún más, la tensión de la espalda.
Womenshealth.es