Los hombres son, por excelencia, más fáciles de complacer que las mujeres. Basta prestar suficiente y cariñosa atención al pene y los testículos y listo. Esto no quiere decir que ellos no se ponen kinky y todas sus relaciones sexuales son iguales, así que les dejaré un par de favoritos para que, si no lo han hecho, los pongan en marcha.
Juguete Sexual: anillos y no de compromiso
La función cruda de los anillos para pene es la de mantener un alto flujo sanguíneo para mantener por más tiempo una erección. Ahora, esto puede ser mucho más divertido. Aún cuando existen anillos regulares (hechos de cuero, metal, plástico, goma, silicona o nailon) que hacen perfectamente el trabajo, la mayoría de los hombres prefieren aquellos que vienen con extras.
El favorito es el anillo vibrador para pene, por razones obvias y las mujeres solemos estar de acuerdo con ellos. Lo divertido de esta clase de anillos es que la variedad (y lo creativo que te puedes poner con ellos) parece infinita. Estos anillos, además de mantener el pene erecto y listo para penetrar por más tiempo, proporcionan una vibración deliciosa en la vagina cuando es penetrada por un pene que los usa.
¿Mi favorito? El anillo vibrador de conejo: prolonga la erección, retrasa la eyaculación y la orejita del conejo estimula el clítoris deliciosamente con las vibraciones continuas. Para esas mujeres que, como yo, creen que el clítoris jamás debe ser olvidado cuando de sexo se trata, este juguetico es mágico.
Otros anillos para pene bien curiosos son el contador de penetraciones, el anillo jaguar, el doble estimulador (clítoris y testículos) y el Zero Tolerance de dos balas para aquellos que prefieren las estimulaciones un poco más rudas.
Para comenzar, uno sencillo y desechable no está mal. es mejor que prueben a ver si ambos están contentos con el resultado. Si después va pendientes de comprar el Zero Tolerance, tienen que contarme qué tal les fue.
Posición Sexual: de espaldas para el orgasmo
No es secreto de estado que los hombres (homosexuales o no) adoran el Doggy Style, por el simple hecho de la dominación del hombre sobre la mujer que ejerce durante el acto sexual en esta posición. Sin embargo, existe otra que suele estar entre las favoritas de los hombres y es La Carretilla.
Las regla de esta posición son francamente muy parecidas al Doggy Style (mujer boca abajo, pelvis levantada haciendo presión en la del hombre mientras que éste la penetra -en el ano o la vagina- desde atrás); la diferencia está en que la mujer está acostada a orillas de la cama, el hombre está de pie y sostiene las piernas de ella a la altura de su cintura durante la penetración. Contrario al Doggy Style, la fuerza de la penetración proviene en su mayoría de las piernas del hombres estando de pie y el uso de los brazos para la fricción.
¿Pendientes? Esta posición es en definitiva una donde el hombre tiene mucha más disposición de comodidad que la mujer y, en lo personal, creo que eso de vez en cuando está muy bien, sobre todo si pensamos en un momento de satisfacción y consentimiento para ellos en el que igual las mujeres terminan disfrutando gracias a la penetración.
Consejo Sexual: placer en combo
El consejo sexual de la semana para los hombres que van pendientes de usar los anillos (vibradores o no) es: cuidar su vello púbico y usar lubricantes. ¿Por qué? El vello púbico puede ser un enemigo de los anillos para pene, causando molestias cuando se enredan con el mismo. Si eres de aquellos hombres que no van ni un poquitín pendiente de depilarse, así como les dije a las mujeres, rebajarlos es una muy buena idea para evitar accidentes dolorosos.
El asunto con los lubricantes es más o menos como con el vello púbico: cuestión de comodidad, pues ayuda a que el anillo deslice a través del pene con más facilidad. Sin embargo, también es cuestión de placer si se ponen un poco creativos y usan un lubricante frío o caliente (según sus gustos).
Sin Tabú
Hoy es para los hombres, su placer y de vez en cuando eso está bien. El hecho de dedicarnos a darle placer a nuestra pareja no debe significar sacrificio sino por el contrario una forma alternativa de sentir placer en nosotras.
Cuando ves a un hombre desarmado por tus caricias, cuando te pide más como si necesitara de ti para respirar, te pone a ti mujer en una situación de poder sobre él. Personalmente, pocas cosas me estimulan más que un hombre mirándome con una mezcla de deseo y placer mientras lo consiento. Los hombres, en pleno acto sexual, significan para mí un ser humano despojado de todo excepto de los sentidos, una manera de que no necesariamente tengan que ser fuertes o estar en control sino rendidos al placer que yo en ese momento les estoy dando.
La vulnerabilidad del hombre durante el sexo es uno de mis afrodisíacos favoritos. /JM
Fuente: Planeta Urbe