¿Eres de las que no perdió de vista las competencias de natación durante los Juegos Olímpicos? ¿Te fascinan los atléticos cuerpazos de los nadadores norteamericanos con Michael Phelps a la cabeza?
Si la natación te interesa como deporte, debes saber que es uno de los más completos que existen.
Está recomendado para personas de cualquier edad, desde bebés hasta adultos mayores.
La natación pone a trabajar a todos los músculos del cuerpo y desarrolla su resistencia, ejercita armoniosamente las vías respiratorias y los pulmones, y permite que las articulaciones se descarguen del peso corporal, además ofrece tranquilidad y relajamiento. ¿Alguna otra cualidad?
Por el bien de tu corazón y pulmones, practica natación
Los médicos recomiendan nadar una o dos veces por semana, en sesiones de 30 a 45 minutos. A nivel del sistema cardiovascular, la natación es el deporte aeróbico por excelencia ya que permite que el corazón se fortalezca y pierda la grasa que lo rodea; cada latido se hace más potente y puede trasladar más sangre al resto del organismo.
Por ende, se reduce la frecuencia cardiaca en reposo mejorando la economía y eficacia de nuestro corazón.
Con la natación fortalecemos todos los músculos, también los que se encargan de llenar y vaciar de aire los pulmones.
En cada respiración podemos tomar más aire con menos gasto energético y de modo más eficiente, aumentando la oxigenación y reduciendo el estrés de estos músculos respiratorios.
La natación bien planificada ejercita todas las articulaciones incrementando su flexibilidad, por lo que el rango de movimiento aumenta. Mientras los músculos se fortalecen y resisten mejor las lesiones, los huesos aumentan de grosor volviéndose más resistentes a los golpes.
Natación y psicología
Cuando nuestra calidad de vida mejora y nuestras posibilidades físicas se fortalecen, nos sentimos más seguros. La natación en grupo favorece la socialización y facilita la comunicación, además de reducir el estrés.
Al elevar nuestra autoestima reducimos drásticamente muchos dolores difusos que, a veces, nos aquejan.
El fortalecimiento de nuestro organismo ayuda a que estemos más alertas, con más equilibrio y que tengamos un tiempo de reacción más eficiente y rápido, por lo que las caídas y golpes se reducen.
Desventajas y precauciones en la práctica de la natación
Pero, ¡cuidado! Una práctica exagerada de la natación podría afectar las articulaciones (en hombros), las rodillas (tendinitis), o el oído (otitis), entre otros padecimientos. Después de nadar, debes bañarte y secarte bien para no contraer micosis (hongos).
Si acudes a una alberca pública, usa siempre un calzado exclusivamente para las duchas de los vestuarios y evitarás la aparición de verrugas plantares.
La natación está contraindicada en ciertas patologías que requieren de un tiempo de tratamiento, tales como una infección pulmonar (bronquitis, crisis de asma) o una infección en anginas, faringitis, sinusitis, u otitis, así como algunas patologías cutáneas como los brotes de eczema.
Asimismo, las personas con enfermedades que incluyen pérdidas de conciencia (como la epilepsia o algún tipo de diabetes), deben consultar previamente con su médico.
Finalmente, el estilo de crol está prohibido en casos de dolor lumbar (lumbalgias), es mejor elegir el estilo espalda. Para evitar lesiones musculares es necesario alternar los diferentes estilos de natación.
Ya que sabes todo esto, ahora sí… ¡a nada!. /JM
Fuente: AF