Seamos sinceras: llega el fresquete y nos ponemos vagas, con pocas ganas de cualquier cosa que no sea echarnos en un sillón a mirar películas, comer y dormir. El invierno nos paraliza, nos quita energía, nos deja un poco en stand by. Sobre todo a la hora de cuidarnos. El cuerpo está menos expuesto y, como además estamos convencidas de que el calor es más dañino que el frío, nos relajamos. ¡Error! El sol estival no es el único enemigo de la piel.
En esta época merodean otros tantos de perfil más bajo, como la calefacción, el frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura que dejan la piel seca, enrojecida y escamada. Por ende, nada de hibernar esta temporada. La idea es aprovechar el invierno, un período óptimo para sumar a tu rutina hábitos sencillos, cremas y tratamientos para mantener sano el envase de tu cuerpo. ¿Te prendés al plan?
El baño reparador
Es posible evitar la sensación de picazón y sequedad tan típica del invierno sumando pequeñas acciones en hábitos bien cotidianos. Aunque después de un día largo y helado no hay nada mejor que una buena ducha, lo ideal es que dure menos de quince minutos y que el agua esté tibia, porque la caliente daña las capas protectoras de la dermis. Otra opción es un baño de inmersión y dejar que la piel absorba la mayor cantidad posible de agua. Elegí un jabón suave, con PH neutro, líquido o en barra. Cuando termines de bañarte, secate suavemente, con palmaditas, y aplicate una crema hidratante.
Coenzima de aliada
Una de las estrellas en el mundo de la cosmética es la coenzima Q10, un componente natural del cuerpo que penetra en las capas de células vivas de la piel y la dota de múltiples beneficios. ¿Entre ellos? Recupera la humedad, la elasticidad y la firmeza al tiempo que defiende la piel de las agresiones ambientales típicas del invierno. Hay varias cremas corporales con Q10 en el mercado con un rango de precios de lo más variado. Un dato a tener en cuenta: es importante aplicarla cuando la piel todavía está mojada. De esta manera, sella y retiene la humedad que el cuerpo absorbió.
Exfoliación made in casa
La exfoliación es uno de los pasos que más nos cuesta sumar a la rutina. Sin embargo, es importante hacerlo al menos una vez por semana para eliminar células muertas y estimular la producción de aceites naturales. Probemos con abrasivos gourmet bien simples. Mezclá aceite de oliva con sal parrillera y untate el cuerpo. Los movimientos del masaje tienen que ser suaves y circulares. Dejá actuar unos minutos y enjuagá bien. En zonas más críticas, como plantas del pie, codos y rodillas, mezclá café (antioxidante), miel (humectante) y aceite de oliva. El efecto es maravilloso.
¿Te animás a la ultracavitación?
Si bien en invierno vivimos con capas y capas de ropa, la época de frío es la mejor para realizar tratamientos estéticos, que son poco invasivos y restauran la piel de tanto daño. El programa Onix combina la ultracavitación con mesoterapia y presoterapia y sirve para combatir la celulitis, reducir la adiposidad y mejorar el aspecto de la piel, dejándola más firme y lisa. Además, tiene un efecto de drenaje linfático que hace que se movilicen los líquidos. El tratamiento lleva diez sesiones de una hora, que se realizan una vez por semana. El precio del combo es de $6400 por zona corporal.
Fuente: BellezaySalud