El congresista de Miami Joe García ha solicitado al presidente de EEUU, Barack Obama, a que conceda más solicitudes de asilo y detenga las deportaciones de ciudadanos venezolanos.
En una carta enviada a Obama el lunes, García dijo que los más recientes disturbios que han sido atribuidos en parte a los Estados Unidos por el presidente venezolano Nicolás Maduro, alega que los venezolanos que han vivido en EEUU, serian víctimas si regresaran a casa.
«Estas personas no sólo tiene un miedo legítimo de ser perseguidas» si regresan a Venezuela, dijo García al Miami Herald. «También se han convertido en parte de nuestra comunidad».
García, un Demócrata cuyo distrito se extiende desde Kendall hasta Key West, le pidió al presidente que usara su poder ejecutivo para «emplear todas las acciones posibles» con el fin de asistir a los venezolanos, lo que incluiría autorizar una designación migratoria especial que les permitiría vivir y trabajar legalmente en los Estados Unidos. La designación, conocida como Salida Obligatoria Diferida, ha sido concedida a los ciudadanos de Liberia que huyeron del conflicto armado en esa nación.
«Dado el continuo asalto del gobierno de Venezuela contra los derechos humanos, y su irrespeto por la seguridad y el bienestar de su pueblo, los Estados Unidos debe tomar estos pasos para que aquellos que se han ido puedan comenzar vidas productivas en los Estados Unidos mientras sus compatriotas continúan luchando por la libertad y la democracia en Venezuela», escribió García.
Él ha programado una conferencia de prensa para este martes, en el Aeropuerto Internacional de Miami, para abogar por su solicitud.
Con las protestas entrando en su segunda semana, Venezuela se ha convertido en el asunto más importante en material de política exterior para los políticos de ambos partidos del sur de la Florida, que es hogar de la población más grande de venezolanos fuera de ese país. Miles protestaron el sábado en Doral, una urbanización con una fuerte presencia venezolana para mostrar solidaridad con quienes protestan en Venezuela y se oponen a Maduro, quien sucediera a Hugo Chávez luego de que este muriera hace un año.
El Gobernador Republicano de la Florida, Rick Scott, quien asistió una reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores el lunes en la Casa Blanca, dijo que el presidente debería anunciar que los Estados Unidos está considerando sanciones contra Venezuela, tales como congelar las cuentas de banco de Maduro «y su pandilla» y revocar las visas de cualquiera involucrado en ataques contra los manifestantes pacíficos».
«El presidente debe mostrar que los Estados Unidos confrontará la opresión y apoyará a aquellos que anhelan ser libres», dijo Scott en una declaración.
El Senador Bill Nelson, un Demócrata de Florida, envió una carta la semana pasada a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos solicitando una investigación sobre los ataques del gobierno de Venezuela a los manifestantes. Para el lunes, habían fallecido al menos 10.
Hace dos semanas, Maduro llamó en público al Senador Republicano Marco Rubio «el loco de los locos», luego de que Rubio desaprobara de el presidente venezolano y sus «delincuentes». En la sala del Senado el lunes, Rubio mostró fotos agrandadas de la violencia en las calles, y mencionó al líder de oposición arrestado, Leopoldo López, y a la reina de belleza de 22 años que fuera asesinada, Génesis Carmona.
Otros dos republicanos miembros del Congreso, Mario Díaz Balart e Ileana Ros-Lehtinen han criticado fuertemente al gobierno de Venezuela. La Representante Debbie Wasserman, una Demócrata de Weston, otro bastión venezolano, público una fotografía en Instagram la semana pasada donde expresa solidaridad con los manifestantes que están en contra del gobierno.
García dijo que Obama debería considerar tomar acción ejecutiva para ayudar a los venezolanos que están en los Estados Unidos. En su discurso del Estado de la Unión el mes pasado, Obama prometió usar su autoridad más frecuentemente para evitar los atascos del Congreso. Acelerar las solicitudes de asilo político, detener las deportaciones o conceder una designación migratoria especial para los venezolanos, calificaría dentro de esa categoría, dijo García.
«El tiene amplia autoridad aquí para definir estos [casos]», dijo él.
El año pasado, cuando el Congreso estaba considerando una reforma migratoria, García dijo que entregaría una legislación para otorgarles residencia a los venezolanos indocumentados que no tuvieran un historial criminal que hubiesen llegado a los Estados Unidos desde que Chávez tomo el poder en 1999. Su llamada Ley de la Libertad, así como la ley de inmigración no prosperaron.
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