Un equipo internacional de astrónomos indica que se trata del primer estallido de ondas de radio detectado con un instrumento que no sea el radiotelescopio Parkes en Australia, informa The Blaze.
La falta de hallazgos similares en otros centros permite concluir que el instrumento de Parkes podría haber recogido señales procedentes de fuentes terrestres o cercanas al planeta. «Nuestro resultado es importante porque elimina cualquier duda de que estas explosiones de radio no sean realmente de origen cósmico», dijo Victoria Kaspi, profesora de astrofísica en la Universidad de McGill en Montreal (Canadá) que detectó el estallido de radio rápido. «Las ondas de radio muestran que todas las señales han venido de muy lejos de nuestra galaxia, una perspectiva muy emocionante».
Conocer el origen exacto de este tipo de explosiones de radio representa un nuevo e importante enigma para los astrofísicos. Las posibilidades incluyen una gama de objetos astrofísicos exóticos, tales como la evaporación de agujeros negros, la fusión de estrellas de neutrones, o bengalas de magnetares, que la Universidad de McGill describe como «un tipo de estrella de neutrones con campos magnéticos extremadamente fuertes».
Las explosiones solo duran una fracción de segundo, lo que hace difícil su detección a pesar de que se producen alrededor de 10.000 veces al día en todo el cielo. Un reciente estudio hecho por el radiotelescopio de Arecibo va encaminado a la búsqueda de púlsares (estrellas de neutrones que emiten radiación periódica) y al descubrimiento de objetos raros que permitian conocer a fondo la física de estrellas de neutrones y las teorías de la física gravitacional.
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