El mensaje subraya que las celebraciones decembrinas representan una ocasión propicia para fortalecer los lazos fraternos a través de las tradiciones religiosas y culturales. El mensaje navideño exhorta a recuperar una visión auténtica de la paz desde la fe cristiana y los valores del Evangelio. Los obispos afirman que esta paz solo puede construirse mediante el diálogo sincero, el respeto mutuo y el rechazo de la mentira estructural en los ámbitos político y económico
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) difundió este 24 de diciembre su mensaje navideño anual, en el que invita a renovar la esperanza y a reconocer la cercanía de Dios en medio de las dificultades que atraviesa el país. Bajo el lema «Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad», los obispos expresan su deseo de que la paz, entendida como don del Espíritu Santo, alcance tanto a las familias como a la vida social de la nación.
En el pronunciamiento, la Iglesia resalta el testimonio de los venezolanos dentro y fuera del territorio nacional, a quienes describe como un pueblo creyente, solidario y laborioso, con un profundo anhelo de entendimiento y convivencia pacífica.
El mensaje subraya que las celebraciones decembrinas representan una ocasión propicia para fortalecer los lazos fraternos a través de las tradiciones religiosas y culturales, como las misas de aguinaldos, los encuentros familiares, las expresiones musicales típicas y la bendición de los nacimientos.
No obstante, los obispos advierten que el espíritu festivo convive con múltiples preocupaciones que afectan a la población. Entre ellas mencionan la incertidumbre generada por informaciones contradictorias sobre conflictos armados en zonas cercanas al país, la presencia de fuerzas militares extranjeras en el Caribe, el uso de discursos alarmistas, el clima de confrontación política, las detenciones por motivos ideológicos, el deterioro económico, el impacto de nuevas sanciones, la explotación de recursos naturales y el trato discriminatorio hacia los migrantes.
Citando al papa Pablo VI, afirman que la paz se construye día a día en un orden divino que implica justicia perfecta entre los hombres. «Una paz sin desarrollo integral, inclusión social y respeto a los derechos humanos no perdura y genera nuevos conflictos».
En ese sentido, el mensaje navideño exhorta a recuperar una visión auténtica de la paz desde la fe cristiana y los valores del Evangelio, una paz que coloque en el centro la dignidad de la persona humana y el bien común, por encima de intereses particulares o ideológicos. Los obispos afirman que esta paz solo puede construirse mediante el diálogo sincero, el respeto mutuo y el rechazo de la mentira estructural en los ámbitos político y económico.
Finalmente, al evocar las enseñanzas del papa Pablo VI, recuerdan que la paz no es un estado estático, sino una tarea cotidiana que exige justicia, desarrollo humano integral, inclusión social y pleno respeto a los derechos humanos, condiciones indispensables para evitar que los conflictos se reproduzcan en el futuro.