A las 7 am, quienes transitaban por la avenida Bolívar Norte fijaron su mirada sobre un hecho inusual. Un camión estaba descargando un lote de motos en un concesionario. Ya eran ocho meses los que habían pasado sin que se exhibiera nada en ese establecimiento, lo que provocó que alrededor de 60 personas invadieran la puerta del local en busca de información. Pero no recibieron buenas noticias. Solo habían llegado 25 unidades y serían vendidas a partir de la 1:30 pm.
Richard Cabrera seguía en el lugar a las 10 am. Tenía tres meses peregrinando en diferentes concesionarios de la ciudad. Su experiencia no había sido buena. En los negocios de las avenidas Lara y Michelena nunca tuvo suerte, los inventarios se han mantenido en cero desde principios de 2013. También fue de manera insistente al de Los Colorados. “Ahí siempre hay, pero le ponen una fotocopia de cédula en el asiento y dicen que están vendidas”:
Para él, el precio justo de una moto es de 22 mil bolívares. No está dispuesto a pagar más. Pero la otra mala noticia que recibiría es que si quería una de las que habían llegado debía desembolsillar 53 mil bolívares.
El encargado del negocio, Joaquín Hernández, explicó que desde enero se habían dedicado solo a la venta de repuestos porque no les habían despachado mercancía. Adicionalmente, tuvieron que tomar otras medidas para mantener las puertas abiertas del negocio. Redujeron el personal de nueve trabajadores a tan solo dos.
La promesa de la ensambladora MD, marca que ofertan en ese concesionario, es que la distribución se normalizará. En principio les despacharán cada 15 días, pero esperan que la frecuencia sea mayor. La información que maneja el encargado de ese establecimiento es que las empresas Bera y Empire no fabricarán más unidades por lo que resta de 2014.
Dayrí Blanco
Foto Ángel Chacón
EL CARABOBEÑO
