El cadáver de Rufo Medina, de 57 años, fue uno de los 474 que fueron ingresados al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses de Bello Monte, en Caracas, durante el mes de septiembre, por causas violentas. El hombre era de Coro, estado Falcón, y decidió viajar a la capital para buscar empleo.
“Allá no hay trabajo”, lamentó Richard Medina, hijo de la víctima, quien detalló que funcionarios de la policía científica le informaron que su papá estaba en la Plaza El Venezolano, lateral al mercado de San Jacinto, cuando sacó un dinero que había cobrado y comenzó a contar lo que iba a gastar en el desayuno. Eso ocurrió el miércoles a las 8:00 de la mañana.
Delincuentes le quitaron el efectivo y lo golpearon hasta matarlo. Sufrió fractura en las costillas, entre otras lesiones. Vivía solo en una habitación alquilada en San Martín y trabajaba como vigilante en una tienda de ropa de la misma zona. Sus familiares no tenían seguridad de si iban a llevarse el cuerpo a la entidad falconiana por falta de recursos.
La Voz