Deja vu, su traducción al francés es “ya visto” y se refiere a aquellas situaciones, acciones o lugares que te generan la sensación de haberlos vivido antes. Por ahora sigue siendo un misterio sin resolver.
Es una palabra que se asocia a recuerdos que aún no se han vivido de manera real. Este tipo de experiencias afectan al 70% de la población mundial, sobre todo entre los 15 y los 25 años.
De acuerdo a los estudios conocidos hasta el presente, existen tres tipos de estas experiencias: el ya visto, el ya sentido, el ya visitado. En todos los casos, los científicos dicen que es causada por un error en el procesamiento de la memoria.
Un equipo neurocientífico del Picower for Learning and Memory Institute del Instituto Tecnológico de Massachussets (MTI), afirma haber identificado por vez primera el mecanismo neuronal que origina el deja vu.
Este fenómeno, por tanto, tendría un origen neuronal que, de ser definido, ayudaría a desarrollar tratamientos destinados a paliar ciertos desórdenes de la memoria, así como los fenómenos de confusión y desorientación que sufren las personas mayores, a las que en ocasiones les cuesta distinguir lugares y experiencias similares, informa el MIT en un comunicado.
La formación de recuerdos referentes a lugares y contextos se da en una región del cerebro denominada hipocampo, que forma parte del sistema límbico cerebral y participa en la memoria y en la orientación.
Asimismo, el hipocampo está relacionado con la retención a largo plazo de la información espacial, y es una de las primeras estructuras que resultan dañadas cuando se desarrolla la enfermedad del Alzheimer, lo que ocasiona los clásicos problemas de memoria y desorientación de las personas que la padecen.
La extraña sensación que sentimos de haber vivido, visto o sentido un hecho, que nos está ocurriendo en ese momento, está provocada por una anomalía de nuestra memoria.
Concretamente es por una pequeña actividad epiléptica que se registra en la zona del lóbulo temporal de nuestro cerebro. Ello hace que éste envíe por separado y con una milésima de segundo de diferencia el mensaje de lo que estamos viendo y el de lo que sentimos en ese preciso instante, lo que hace que nuestra mente registre ese acto o momento como algo ya vivido anteriormente.
Ese pequeño chispazo hace que lo que sentimos, visitamos o vivimos en ese instante ya lo hemos experimentado anteriormente, pero con el inconveniente de que no tenemos más datos precisos sobre esa situación, sintiendo una extraña rareza que nos desconcierta por no saber responder cuándo y cómo estuvimos en aquel lugar, el cual es, posiblemente, la primera vez que visitamos.
En la mayoría de las veces, solo dura unos cuantos segundos, en los cuales la persona llega a tener una sensación más intensa y duradera, ya que la intranquilidad que nos invade es mayor, aunque se esfuma en el momento en que finaliza. En el caso más extremo minutos después.
La situación se reconoce fácilmente. Pero la ubicación se hace imposible, ya que se trata de encontrar un momento vivido con anterioridad exactamente igual, y cuanto más se esfuerza la persona en recordar, más se traba la mente, se debe a que intentamos recordar la situación completa, no nos limitamos a pequeños fragmentos o detalles como caras, colores, sitios.
Aunque es una sensación conocida y familiar, nos resulta incomoda, ya que rompemos nuestro esquema del tiempo, es decir nuestro presente se convierte en pasado.
Al reconocer los acontecimientos que se están sucediendo como momentos ya pasados, uno se cree capaz de saber que ocurrirá con posterioridad. Pero esto nunca llega a suceder, ya que solo es una acción limitada a uno segundos.
Los psicoanalistas piensan que esto es debido a los sueños diurnos, o a las fantasías del subconsciente.
Para los psicólogos y neurológico, es una mera alteración mental. También, se considera como fallo en la interpretación de hechos en el tiempo.
En algunas situaciones y estudios, se observa que las personas que más lo sufren son aquellas que poseen una capacidad de atención baja, o personas cansadas y con estrés.
Por otro lado, el deja vu se relaciona con la teoría de la recarnación, ya que esta en una segunda vida, la persona es incapaz de recordar el pasado, solo posee pequeños flashes.
También se le relaciona con el ocultismo. Se cree que la sensación de retomar el pasado da pie a la predicción del futuro.
Fuente: SoloNosotras