La restricción de ventas por terminal de cédula no cumple su propósito. Desde el lunes pasado se extendió la implementación del sistema de ventas mediante la verificación del terminal de cédula en establecimientos privados y públicos. El método no solo enrareció el mecanismo de compras sino que no garantiza abastecimiento al consumidor ni a los centros de expendio de comida, estimó Francisco Duarte, consumidor.
Duarte explicó que no existe garantía de que los comercios tengan dotación diaria de todos los rubros escasos. “Si necesitas pollo el lunes y no hay, tienes que esperar hasta el sábado… pero, ¿si no llega en un mes? o peor… ¿Si solo llega una vez en un mes y no es lunes ni sábado?”, inquirió.
El rechazo ante esta política es evidente. Existe la creencia de que la medida solo promueve el control alimenticio del ciudadano, por encima de la producción de alimentos, como una prioridad. “El Gobierno en vez de poner a producir todas las empresas expropiadas, quiere condicionar nuestra alimentación. La crisis de alimentos la generó la incapacidad del Estado en la materia, esta medida no aporta solución a eso”, fustigó Elio Valera.
Cristhopher Borrero