“No somos revendedores, ya basta de chanchullos”, era lo que gritaba un grupo de personas llenas de ira, ayer a las afuera de Daka en la avenida Venezuela, porque según ellos las tranzas en la entrega de tickets para adquirir productos de Mi Casa Bien Equipada y los “revendedores”, les quitan el turno a la gente necesitada.
Los protestantes, todos alterados y atravesados en la avenida con cartones, sábanas y los sillones donde durmieron durante 4 noches en fila, pidieron una revisión al programa del Gobierno Nacional, porque sólo favorece a las mafias en vez del pueblo que tendría que trabajar un año completo para comprarse un televisor con los precios que tienen los comercios privados.
Ayer era la reactivación de la venta de productos que inició en diciembre y se paró por las fiestas navideñas, pero una nueva protesta se registró porque supuestamente se entregarían 600 números y para sorpresa de todos sólo repartieron 400, cuestión que dejó por fuera a quienes realizaron grandes sacrificios en una cola durante 4 días.
Fanny Guerrero y Cristina Oropeza, protestantes, afincan que es una grosería prometer números a todos, pero que luego los dejen por fuera. Señalan que están por necesidad y no para revender los electrodomésticos como lo hacen muchos quienes se ganan 15 mil bolívares de manera fácil.
La protesta fue en pleno mediodía, luego que en Daka les dijeron que se fueran, porque se había terminado la existencia de productos y no llegaría más.
Sólo 6 listas, con 50 personas cada una, aceptaron para la asignación de tickets. Aires acondicionados, televisores y neveras, son los más buscados, pero la realidad es que no saben si teniendo el ticket puedan comprar.
María De Sousa
La Prensa