El presidente de la República, Nicolás Maduro, junto a sus seguidores dentro y fuera del Gobierno, han insistido desde hace muchos meses, de que estamos en presencia de «una guerra económica, inducida y facturada desde afuera de nuestro país, con la complicidad de los gremios privados tradicionales y de un conglomerado importante de empresas del aparato productivo local».
El tema fue abordado este viernes por el alto funcionario en su Mensaje Anual al país desde la Asamblea Nacional, donde señaló que ya está en marcha el fin del rentismo petrolero, que desde hace décadas se instaló en el país y «produjo una economía parasitaria, que todo lo ensambla, lo importa y cuyas ganancias son remitidas a las diferentes casas matrices que aca se instalaron en la industria de alimentos, farmacéutica, automotriz, etc, a expensas de las divisas que genera el petróleo».
Es decir, «Venezuela ha sido un exportador de dólares no un generador de divisas dentro de una economía sana, fuerte y diversificada que produzca riquezas al pueblo», según lo apuntara en su oportunidad la ex -ministra de Comercio, Isabel Delgado.
Son diversas las medidas que se han tomado para enfrentar la crisis, y es así como se emitieron un conjunto de instrumentos en el área económica a fines del 2015 que se unieron a otras más, además de reformar el Gabinete y este viernes fue anunciado , por el Vicepresidente Sectorial de Economía, Luis Salas Rodríguez, los términos del Decreto de Emergencia Económica que busca enfocarse en «poder contar con una nueva economía productiva que eleve al máximo la producción nacional y acabe con el desabastecimiento y las colas».
Es precisamente este ministro, también de Economía Productiva, mucho antes de asumir el cargo, quien llamó la atención sobre la «Guerra Económica», que «muchos se empeñan en banalizar» o negar, sin obviar por supuesto, los errores y omisiones que se han cometido desde el Gobierno en el accionar económico. Salas Rodríguez habla de las 22 Claves para entender y combatir ese flagelo, incluso es autor de un ensayo sobre la materia, como veremos más adelante.
Sintésis de las 22 claves
En primer lugar el ministro Luis Salas al introducir este tema, cita que «la estrategia bélica emprendida contra el Gobierno bolivariano y el pueblo, por el capital nacional, Fedecámaras, Venamcham y Consecomercio y otras transnacionales, reconstruyen la práctica del capitalismo rentista-especulador. El ministro aborda «la relación de esa guerra con el fascismo y alerta sobre la magnitud, causas y consecuencias de ese ataque a que estamos siendo sometidos, sin que algunos no lo entiendan».
De entrada identifica que «la inflación no es una distorsión de los mercados. Es una transferencia de los ingresos y de la riqueza social desde sectores de la población a otros, por la vía del aumento de precios. Se produce de asalariados a empresarios y entre estos mismos.»
Añade que no tiene mucho sentido seguir hablando de «inflación y escasez», «cuando de lo que se trata es de especulación, usura y acaparamiento».
Cita que el problema del «aumento de los precios, así como los conexos de especulación y acaparamiento, no podrán solucionarse satisfactoriamente, en términos justos y definitivos, mientras se insista en que el problema inflacionario es derivado por la intervención del Estado en el libre juego de la oferta y la demanda.
El ministro Salas Rodríguez sostiene que el control de precios en los mercados es un falso problema porque en los mercados los precios siempre están controlados. Para los economistas capitalistas «debe dejarse que el libre juego se realice y autorregule los mercados.
Otro aspecto que analiza es que en nuestro país el problema de los precios no comenzó hace 15 años.
Se pregunta el nuevo ministro en su ensayo ¿Cuál es entonces el modelo fracasado y cuál el exitoso.
EU
