Compartir pareja es una nueva forma de entender el amor y la sexualidad que no para de ganar adeptos. Si estáis pensando en dar un toque diferente a vuestra relación, Nosotras os contamos las ventajas e inconvenientes de esta nueva forma de relacionarse de forma afectiva.
Aunque parece mentira, el hecho de compartir pareja puede ayudar a mejorar nuestra salud sexual con la pareja. No sólo ayuda a romper con la rutina sexual, sino que se aprenden formas nuevas de disfrutar vuestra sexualidad. Nuestros niveles de excitación aumentan de una forma diferente, a la vez que aprendemos y ganamos experiencia con este tipo de encuentros. El sexo es algo que nunca deja de sorprendernos, y con cada persona es diferente. Compartir pareja nos permite explorar facetas sexuales nuevas y desconocidas tanto para Nosotras como para nuestro hombre.
Compartir pareja es compartir intimidad con terceras personas que no conocemos y algo muy importante es tener claro que sólo se trata de sexo, por lo que nuestros sentimientos hacia la otra persona no cambian nunca. Vincularnos emocionalmente a otra persona por un simple intercambio, plantearía problemas de relación más profundos que deberíais analizar.
Así que no todo es bueno a la hora de compartir pareja. No todas las parejas sirven para empezar este nuevo estilo de vida, ya que podría generar celos o incluso bajar nuestra autoestima. Ver a nuestra pareja mantener relaciones sexuales con otra mujer no es algo que guste en general, y podría interferir en nuestra relación de pareja como tal, así como en nuestro estado de ánimo. Otro punto en contra de este estilo de vida y de relación de pareja es que exponemos y abrimos nuestros sentimientos a otras personas, compartiendo nuestras preocupaciones de pareja con otros, cosa que puede interferir en nuestra relación.
Y a ti, ¿qué te parece lo de compartir pareja? No todas las parejas sirven para ello, ya que depende de la personalidad de cada uno y el nivel afectivo.
Nosotras
