Cómo transmitirle lo que sientes con tus caricias

Cómo transmitirle lo que sientes con tus caricias

Los científicos y psicólogos están de acuerdo: una caricia vale más que mil palabras. David Givens, psicólogo, asegura que «el tacto es una de las formas más primitivas y eficaces que tenemos para comunicarnos. Es el primer lenguaje que aprendemos, así que lo entendemos de forma instintiva». Por eso, en el ámbito de la pareja los «juegos de manos» tienen un papel crucial, sobre todo para los chicos.»Como ellos son menos verbales que las mujeres, asimilan mejor los gestos». A continuación, te contamos cómo tienes que tocarle para que sepa todo lo que sientes sin necesidad de pronunciar esas tres palabras tan antipáticas: «tenemos que hablar».

 

 

1. Cuando quieras decir «eres genial»

 
Un cachete donde la espalda pierde su nombre. Para un hombre, recibir un cachete de su novia es el no va más; sencillamente le estás diciendo que no hay nadie mejor que él, y sin decir una palabra. Los hombres interpretan que una palmada en las nalgas expresa admiración y apoyo, y no lo olvidan jamás. Cada vez que le tocas las nalgas, le transmites sensaciones de complicidad y aprobación. Pero no abuses, una o dos palmaditas, vale, o al final no le hará efecto.

 

 

2. Cuando él esté deprimido

 
Ráscale el cogote siguiendo la línea de su pelo. Este toque es el ansiolítico definitivo y tiene efectos milagrosos en el estado anímico de los hombres. Primero, porque al peinar su pelo con tus dedos le das buenas vibraciones. «Atusar el pelaje es un símbolo de afecto que usan todos los animales, desde los pájaros hasta los primates», apunta Givens. Segundo, porque el trapecio es un músculo situado en la región posterior del cuello donde cargamos todo el estrés y toda la tensión cotidiana. Por eso, si él está de capa caída, aplícale este Cosmotoque y mata todas sus penas. «Apretar el trapecio puede llegar a relajarlo tanto o más que un masaje completo».

 

3. Cuando quieres que haga algo que él no quiere hacer

 
Coge sus manos entre las tuyas y junta sus palmas. Juntar las palmas de las manos como si estuvieras rezando es una postura que transmite una arrolladora sensación de seguridad y poderío. La prueba es que este gesto lo utilizan los políticos mientras sueltan sus discursos para convencer a las masas. Si lo refuerzas poniendo tus palmas sobre las tuyas, le estás diciendo que eres tú la que parte el bacalao. Y, aunque él no lo sepa, tus palabras resultarán mucho más persuasivas. ¿Quieres ir a Seychelles de vacaciones? Pues junta sus manitas, pon las tuyas sobre ellas y tus deseos se harán realidad.

 

 

4. Cuando él esté enfadado y a ti no te apetezca discutir

 
Estira tu brazo y pon tu mano sobre su hombro. El señor Spock de Star Trek utiliza un pellizco par dejar KO a sus enemigos. Y tú no tienes más que tocar el hombro  de tu novio y será como si apretaras el botón que apaga su ira. Por un lado, tu brazo está estirado («hecho que expresa fuerza y reclama atención»); por otro, el contacto de tu mano con su hombroamansa a la fiera porque restablece vínculos afectivos. Eso sí, usa esta llave calmante al principio de la discusión porque si esperas mucho, su adrenalina y su cortisol se irán elevando y la cosa ya no tendrá remedio.

 

 

 

Cosmo Hispano

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