Estos consejos prácticos y simples te ayudarán a tener unas pestañas de ensueño.
Por genética, algunas mujeres tienen unas pestañas de impacto : larguísimas, gruesas, negras. Pero otras -la mayoría- no corren con la misma suerte. Afortunadamente, existen varias soluciones para lidiar con la situación: desde las aconsejadas por las abuelas y los maquilladores profesionales hasta las resultantes del ingenio científico. Veamos algunas de ellas.
El método natural a base de aceite de ricino , sugerido por las señoras más viejas de casa, está muy vigente en nuestros días, ya que no son pocos los que lo recomiendan. Según el criterio popular, tanto ese tipo de aceite, como el de coco, son muy efectivos para hidratar, fortalecer y hacer crecer las pestañas si se utilizan cada noche, antes de dormir.
Hagamos caso a las abuelitas, quienes en su momento se aplicaban estos aceites con una bola de algodón o sus propios dedos, algunos cosmetólogos aconsejan usarlos también -en efecto, antes de irnos a la cama- pero con la ayuda del mismo cepillo del rímel.
Es decir, tomamos un envase de máscara vacío, lo lavamos bien y envasamos en él el aceite en cuestión. Luego (completamente desmaquilladas y listas para dormir), nos aplicamos el producto sobre las pestañas inferiores y superiores, cuidando de que no nos caiga en los ojos .
Obviamente, hay que tener paciencia porque los resultados no aparecerán de un día para otro . Pero, de acuerdo con los experimentados en el tema, en tres o cuatro semanas se empieza a notar la mejoría: más brillo, más fortaleza, más longitud.
Los maquilladores profesionales , entretanto, también tienen sus trucos. El más conocido, quizás, es el que consiste en aplicar varias capas de máscara . O sea, nos aplicamos la primera, la dejamos resecar un poco, y luego nos ponemos otra, y otra (si fuera necesario), hasta conseguir el resultado deseado.
Otro consejo de los expertos es aplicarles un poco de sombra en polvo (negra o marrón oscuro) antes de ponerles la máscara. Esto les dará un mayor volumen, y tras la aplicación del rímel, pues lógicamente se verán más largas y espesas.
Algo que también funciona muy bien es ejercer una cierta presión sobre las superiores, ya maquilladas, como si intentáramos pegarlas al arco superciliar. Para esto, nos auxiliamos del lápiz delineador, colocado en posición horizontal, en la misma base del párpado; lo retenemos así durante varios segundos, y el resultado será notoriamente mejor.
En el plano científico , ya contamos con una solución más innovadora: se trata del Latisse , un producto que las hace crecer y aumentar de grosor. Su principal ventaja es que cuenta con el visto bueno de la FDA, y su inconveniente, que sólo se consigue con receta médica (con preguntarle a tu doctor si es bueno para ti, no pierdes nada). Como tampoco si sigues cada una de las soluciones citadas. ¿Pestañas tímidas o pobres? No, gracias.
Fuente: VistaMagazine
