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Cómo sobreponerte a tus temores sexuales

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Cómo sobreponerte a tus temores sexuales

Si te incomoda mostrar tu cuerpo desnudo, tomar la iniciativa o probar algo diferente, te ayudamos a perder esos miedos.

 

 

 

Miedo 1. ¿Quién empieza?

 
No te agobies ni te imagines cosas que no van a suceder. Los hombres están habituados a tomar el control. Lógicamente un cambio de rol les desconcierta, pero también les estimula e intriga. Así que ¿por qué no cambiar las reglas del juego? No tienes por qué hacer malabarismos para que su imaginación se dispare. De hecho ellos necesitan muy poco para pensar en sexo. Así que entra en materia sin cortarte: mientras te das una ducha, deja la puerta entreabierta para que el sonido del agua y tu imagen húmeda y limpia logren llenarle la cabeza de pensamientos eróticos. Otro método es acorralarle con tus manos a cada lado de su cabeza apoyadas en la pared, acercarte a darle un beso lentamente, muévete hacia arriba y hacia abajo alterando la intensidad de los besos y caricias. Cuando realizas una variedad de movimientos, desde suaves a más profundo, le estimulas y alimentas todo un plantel de extraordinarias sensaciones.

 

 

 Miedo 2. Desnudarte. 

 
Si tienes reparos a quedarte desnuda delante de tu chico tiene su explicación. No quieres exponer lo que tú opinas que son tus defectos porque él también los notaría y tú estás agobiada y con ganas de salir corriendo. Al pensar en este o aquel michelín te sientes incapaz de concentrarte en lo que verdaderamente importa: sentir placer. Durante el sexo, los hombres estánbiológicamente programados para ignorar los defectos de su compañera. En su excitación, experimentan una subida de los niveles de dopamina que actúa como un agente encubierto a tu favor y propicia el que él vea tus imperfecciones como algo positivo. Túmbate al lado de tu chico dándole la espalda, eleva una pierna y permite que él te penetre por detrás. Con esta postura no te sentirás tan expuesta. Podrás relajarte y te concentrarás en tu propio placer, no en tus defectos. Otra postura que te ayudará es sentarte sobre él a horcajadas, mirándole a la cara. Si quieres limitar su ángulo de visión, atrae sus hombros hacia ti de tal forma que estéis sentados de frente, con las piernas envolviéndoos y la zona abdominal presionando una con otra. Esta postura permite gran intimidad y variedad de caricias.

 
Miedo 3.  Aburrirte del misionero.

 
Una de las cualidades de la postura más tradicional es su intimidad (vuestras caras están tan próximas que permiten besos y el contacto visual continuado, por no hablar de la presión de un cuerpo sobre otro). Pero que él se sienta cómodo en esta postura no quiere decir que debáis conformaros.Probad algo nuevo. En cuanto él esté dentro de tí, colocaos de tal forma que la base de su pene y su pelvis se alinéen con tu clítoris. Después moveos no de dentro afuera, sino de lado a lado. Si quieres más intensidad, lleva las rodillas hasta tu pecho para favorecer el contacto con el punto G o dobla las piernas y apoya los pies en su pecho alardeando de flexibilidad.

 

 

 Miedo 4. El sexo oral.

 
Tu pareja empieza sus trabajos de exploración y tú, en lo único que piensas es en si le agradará el aspecto de tu vagina, su olor y -¡Oh, cielos! – su sabor. Lógicamente, no hay líbido que resista tantas elucubraciones. Y necesitas tranquilizarte porque un estudio realizado entre 2000 mujeres demostró que cuanto más cómodas se sentían con su zona vaginal, más satisfechas se hallaban con su sensualidad. Hay varios trucos que te ayudarán a relajarte. En primer lugar, bebe mucha agua, de estas forma eliminarás muchas toxinas que propician el que tu vagina se llene de olores y sabores desagradables. A continuación, toma un baño antes de acostarte. Además de sentirte superlimpia, el agua caliente hará que la sangre alcance la superficie de la piel y te vuelvas ultrasensible a las caricias de tu pareja. Por último, deja que él bese y lama tu estómago, muslos y área vaginal muy lentamente pero sin demorarse mucho no más de tres segundos en cada zona. Depila tu zona del bikini como más te guste, te dará más confianza. Habla abiertamente con tu pareja sobre lo que os excita, alcanzaréis el orgasmo con mayor frecuencia que si permanecéis en silencio sobre vuestros deseos.

 

 

 

Cosmohispano.com

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