Durante una crisis asmática, puedes presentar dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos, jadeos, habla entrecortada y en el peor de los casos color azulado en los labios y las uñas
Las crisis asmáticas ocurren porque las vías respiratorias están muy inflamadas y los pulmones segregan una mucosidad pegajosa que las obstruye parcialmente. Entonces, las vías se contraen por lo que se dificulta tanto la inspiración como la espiración.
Existen algunos factores que hacen que cueste más que pase el aire en medio de una crisis de asma, por lo que la situación se complica. Algunos de ellos son la inflamación de los bronquios, la contracción de los músculos que los rodean y la excesiva producción de flema.
Pero, ¿qué puede ocasionar una crisis asmática? Agentes como el humo del tabaco, el aire frío, los resfriados, el polvo, las infecciones respiratorias, el polvo, los ácaros y algunas alergias alimenticias pueden ser los responsables del origen de un episodio de este tipo.
Para aprender a sobrellevar una crisis de asma, primero debes aprender a conocer tu cuerpo. Con la ayuda de tu médico determina cuáles son las causas que te provocan asma y elimínalas de tu entorno. También ten siempre a la mano tu inhalador y broncodilatador para poder actuar con mayor rapidez.
Cuando tengas una crisis asmática, lo más importante es que intentes mantener la calma y te centres en hallar tu medicina. Sabemos que puede ser algo complicado estar tranquila cuando sientes que te quedas sin aire, pero no te agites, procura ir a un sitio con aire puro y acude al médico lo más rápido que puedas.
Tu medicina te ayudará a sentir un alivio momentáneo, pero el origen de todo debe tratarlo un especialista en el área para evitar que se presenten futuros episodios. Lo más probable es que te manden un tratamiento de pastillas por un par de días. Procura seguirlo al pie de la letra y no hacer grandes esfuerzos físicos.
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