Imagina esto: A tu pareja la están tocando y está teniendo sexo con alguien frente a ti, que por cierto se ve que disfruta y le gusta. ¿Cuál fue tu cara? Si tu expresión fue tranquila, ¡ya estás del otro lado!, un trío para ti no es ningún problema.
El trío, swinger, orgía, y en todos los casos en los que implica meter a otra persona en una relación sexual, se vuelve una fantasía por el hecho de tener intercambios con alguien nuevo, que sobre todo a parejas que llevan mucho tiempo juntos, les llama la atención para probar algo diferente.
Beneficios: Tener intercambio sexual con alguien nuevo y una experiencia novedosa para refrescarte, pero sin necesidad de engañar o romper con tu pareja.
Consecuencias: Que haya muchos celos y terminen peleando por eso; que se pongan muy posesivos, inseguros y desconfiados; que te termine montando cuernos (o tú) con esa tercera persona o alguien a quien conociste en la fiesta swinger.
¿Cómo saber si estás preparado/a? Tienes que pensar perfectamente todo el escenario, no solamente las partes divertidas y lo bien que la pasarías, sino ver cómo sería desde el principio: a dónde irían a conocer a la persona con la que lo van a hacer, dónde lo harían y cómo sería ver que a tu pareja la están tocando. Y para entonces, haz un acto de sinceridad contigo, ¿de verdad resistirás todo eso?
Si estás dispuesto/a a tomar el reto, y probar la experiencia de hacer un trío… toma nota de qué hacer:
1. Tienen que decidir si el trío lo harán con hombre o con mujer y pensar en los pros y contras de cada uno.
2. Acuerden si va a ser con un conocido o con un extraño. Hay quienes prefieren ir a un lugar donde es popular que la gente va a conocerse para eso y buscan a alguien; si deciden invitar a una amiga o amigo, piensen en las posibles consecuencias de eso (conocemos muchos casos de quienes después ya no se quieren ver a los ojos).
3. Hablen claramente quién haría qué: un trío no es un todos contra todos, sino es un dos contra uno. Evita que en pleno acto no sepan qué hacer, así que toma en cuenta ¿qué te van a hacer?, ¿qué le vas a hacer?, ¿qué le vamos a hacer? En pocas palabras, pónganse de acuerdo.
4. ¿Qué cosas van a prohibirse? Aunque suene raro, existen algunos detalles que podrían molestarte y a tu pareja también, son clásicos los reclamos de «la estabas besando más», por qué dejaste que te hiciera eso». Es mejor poner las reglas desde que lo conversan.
Fuente: cosmoenespañol.com