La forma que tienen de respirar los peces es muy similar, por no decir idéntica, a la de los seres humanos, pero su sistema respiratorio es muy diferente al nuestro.
Para empezar hay que decir que las branquias pueden ser externas o internas, esto significa que están protegidas dentro del cuerpo del animal o que están fuera, directamente en contacto con el agua.
El pez toma agua con la boca y la «traga», por así decirlo, hasta las branquias. (En caso de que sean branquias externas, esto no es necesario, ya que el agua fluye automáticamente entre ellas).
Cuando el agua se desliza por las branquias y las lamelas, que son unos filamentos carnosos, se produce el intercambio de oxígeno nuevo por el CO2 sobrante. Igual que si estuviéramos en el pulmón del cuerpo humano.
Tienes que saber que si el pez no se mueve o no hay corriente, morirá asfixiado, ya que al no correr el agua entre las branquias no puede tomar las partículas de oxígeno necesarias. Es por este motivo que siempre vemos a los animales marinos en movimiento.
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