Todo el mundo suda. Es una de las funciones corporales y es perfectamente natural. Sobre todo cuando hace calor o en el curso de la actividad física, como la práctica de deportes. El problema se produce cuando la sudoración es excesiva y no puede ser controlada, de tal manera que condiciona la vida y las actividades del paciente. A este proceso se le denomina hiperhidrosis.
Puede aparecer una sudoración excesiva cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés o nerviosismo. Las personas con hiperhidrosis pueden descubrir que incluso no resulta útil cambiar las circunstancias externas, como mantenerse alejadas del sol o no realizar ejercicio físico. Sus glándulas sudoríparas son hiperactivas y es como si «fueran por libre», por lo que continuarán produciendo sudor igualmente aunque no haya ningún desencadenante.
Sin embargo, que tengas este tipo de problema no significa que debas apartar el deporte de tu vida, pues practicarlo de manera regular tiene muchísimos beneficios para tu salud.
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