Si hacerte una manicura profesional se va de tu presupuesto, debes saber que hacerlo en casa es muy fácil. Encuentra aquí todos los consejos para saber cómo limar tus uñas a la perfección, el primer paso para lucir unas uñas cuidadas.
La elección de la lima de uñas
La mejor manera de darle forma a las uñas es utilizando la lima de uñas. Pero, si no eres experta, debes saber que no todas las limas son iguales y debes elegir de acuerdo a tus uñas.
Actualmente en el mercado existen gran variedad de limas pero la mejor es la común, con distintos números de granos: cuanto mayor sea el número, más suave será, ideal para usar en uñas débiles o delgadas.
Las limas de metal son un tanto agresivas y pueden provocar quebraduras o descamación, mientras que las de cristal son muy buenas, pero también costosas.
Antes de comenzar a limar tus uñas
Si crees que tus uñas están demasiado largas, antes de comenzar a limar es bueno que las recortes a la altura que necesitas, pues si pretendes hacerlo con la lima te será más difícil, tardarás más y quizás te queden desparejas.
Por otro lado, no hay nada mejor que lavarte bien las manos y las uñas, y secarlas perfectamente antes de comenzar (nunca limes tus uñas si están mojadas).
Decide qué forma prefieres
En general hay tres grandes grupos de formas: la redonda, la ovalada y la cuadrada, aunque existen intermedios entre éstas. Si no estás muy segura cuál funcionaría mejor, puedes mirar tus cutículas y ver si son achatadas o redondeadas.
Las uñas ovaladas te darán un look bien femenino y son adecuadas si tienes dedos cortos. Las uñas redondas son buenas si trabajas con tus manos, ya que son más fáciles de mantener y son más cortas. Quedan bien en manos grandes y dedos largos, aunque todas pueden usarlas.
Por otro lado, las uñas cuadradas, son las mejores para tenerlas fuertes y evitar quebraduras. Están muy de moda y quedan mejor en dedos largos.
Comienza a limar
Una vez que tienes tu lima, preparaste tus uñas y escogiste la forma deseada, es momento de comenzar a limar. Siempre debes hacerlo en la misma dirección, desde los extremos hacia el centro, y si las quieres cuadradas, deberás poner más empeño arriba, pero siempre haciéndolo de manera cuidadosa. Esa es la clave para evitar roturas o uñas deformadas.
Cuando terminas, puedes pulirlas, pero cerciórate de no hacerlo demasiado seguido para no debilitar tus uñas. Ya llegó el momento de elegir el color y pasar a la siguiente etapa.
Limar tus uñas es fácil, ¿no?
Fuente: imujer