Uno de los mayores problemas a la hora de las relaciones sexuales se encuentra en que en numerosas ocasiones, muchas más de las que nos pensamos, los hombres pueden sufrir el mal de la eyaculación precoz. La eyaculación precoz es un problema tan común y serio en la comunidad varonil, que desgraciadamente se trata como si fuera un caso totalmente aislado. Esta falta de información produce desconcierto, humillación y bromas en la sociedad.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de afrontar este problema es que esto no le pasa a un único hombre en el mundo. Por el contrario, más del 70% de los varones ha sufrido la eyaculación precoz o el famoso gatillazo al menos una vez en su vida. Este alto porcentaje de hombres no es ninguna casualidad y es que una de las grandes causas de la eyaculación precoz es que el hombre no ha aprendido a controlar física ni mentalmente sus emociones y su excitación sexual.
Existe la falsa creencia de que al pensar en cosas no sexuales como el fútbol ayudan a retrasar la eyaculación. Por el contrario, cuando un hombre piensa en otra cosa que no sea en lo que tiene entre manos se distrae, algo de lo que su pareja suele darse cuenta y que conlleva también la distracción de ésta, trayendo como consecuencia una mala experiencia sexual. Es por ello que lo primero que un hombre debe tener claro a la hora de hacer el amor con su pareja no es la mayor duración del acto sexual, sino saber decidir cuando se quiere eyacular.
Las dos mayores causas que conllevan la eyaculación precoz suelen ser la ansiedad o la inexperiencia. Debemos aprender a relajarnos para controlar la ansiedad y que no sea ella quien nos controle a nosotros. El secreto de una buena relación sexual es la paciencia.
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