Por más nuevo que nos parezca, hace bastante tiempo que la humanidad toma decisiones basadas en data. Sin embargo, la llegada de la tecnología ha sido clave cuando se trata de analizar grandes volúmenes de datos, algo que la inteligencia artificial (IA) está llevando a otro nivel.
Podríamos decir que la práctica de analizar datos es tan antigua como la vida misma. Esto se remonta a las primeras civilizaciones de la humanidad, con avances como establecer calendarios en base a la observación de la Luna, el Sol y las estrellas, son un claro ejemplo de ello.
Con el pasar de los siglos y la llegada de la tecnología, los datos comenzaron a ser de gran importancia en la toma de decisiones; pero a su vez, también comenzó a hacerse más complejo analizar los grandes volúmenes de datos que se estaban generando.
En el año 1943 se desarrolló la primera máquina de procesamiento de datos. El avancé llegó por parte de los británicos, quienes buscaban descifrar los códigos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Colossus, como se le llamó a la máquina, tenía la misión de buscar ciertos patrones en los mensajes interceptados, alcanzando una velocidad de 5.000 caracteres por segundo, algo bastante avanzado para la época que permitió la inteligencia filtrar información mucho más rápido,
Las capacidades de la inteligencia artificial representan un hito similar y se ha convertido en una pieza fundamental para el crecimiento y la competitividad de las empresas.
Un impulso al análisis avanzado de datos
En la era del big data los datos se multiplican cada día. La capacidad de la IA para aprovechar los datos de las empresas radica en su habilidad para procesar y analizar grandes volúmenes de información de manera rápida y eficiente, lo que permite a las organizaciones tomar decisiones basadas en datos con una precisión sin precedentes.
Actualmente existen diversas compañías como Gramener especializadas en ciencia de datos que brindan soluciones personalizadas de datos e inteligencia artificial para ayudar a resolver problemas empresariales complejos a partir de información procesable e historias de datos convincentes.
Esto es crucial en un entorno en el que cada decisión puede tener un impacto significativo en el rendimiento de la empresa. La IA puede identificar patrones, tendencias y correlaciones que serían casi imposibles de detectar por medios humanos; lo que permite a las empresas tomar decisiones más informadas y precisas.
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