Uno de los grandes retos que deben enfrentarse los médicos, es el tratar con niños. Su pequeñez, su cuerpo frágil, como además su dolor tan profundo conmueve hasta el galeno más experimentado. Y más aún si se trata de un pequeño con enfermedades graves como cáncer o trastornos cerebrales. Lo cierto es que los profesionales de la salud, hallaron en la música un gran aliado para aprender a tratarlos. La relajación que les origina, como las ganas de cantar y expresarse, garantizan una ayuda eficaz en sus tratamientos.
En la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica (UHOP) de HM Montepríncipe, es usual que los niños sean tratados con música. Allí los médicos y las enfermeras que trabajan con los menores enfermos están en terapia alternativa que ayuda a los niños a la recreación, garantizando una mejor relación consigo mismo. Los médicos ratificaron que quienes se deleitaban de instrumentos o de cantar conseguían estar mejor física y emocionalmente. Algo que es trascendental para tratar el cáncer.
La musicoterapia beneficia no sólo la relación con ellos mismos sino además con los otros. El hecho de componer, recitar, cantar, o sencillamente tocar un instrumento les permite a los enfermos comunicar qué les pasa. No sólo liberan sus miedos y opresiones sino además consiguen que sus seres queridos entiendan lo que les ocurre. Sin emplear las palabras, los niños consiguen en la música el aliado esencial para su recuperación.
Los especialistas afirman que la música en sí no cura, pero produce en los seres humanos una sensación única por medio de la cual logran sanar sus heridas. Los efectos positivos que causa así como la capacidad para acelerar los procesos curativos hace que cada vez más profesionales de la salud la elijan para sus tratamientos. En sectores como la psicología o psiquiatría, pediatría y oncología, la música ya forma parte de los tratamientos.
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