Si bien resulta difícil hablar del tema, hablar sobre el uso de condones antes de tener relaciones sexuales es lo mejor que puedes hacer
Algunas personas, incluso las que ya mantienen relaciones sexuales, sienten vergüenza sobre el tema de los condones. Pero el hecho de no hablar sobre los condones afecta la seguridad de la persona. El uso adecuado de condones cada vez que se tiene contacto sexual es la mejor protección contra las enfermedades de transmisión sexual (STD, por sus siglas en inglés), incluso aunque estés utilizando otro método anticonceptivo, como la píldora.
Entonces, ¿cómo puedes vencer la vergüenza que te produce hablar sobre el tema? En primer lugar, puede ser útil averiguar cómo luce un condón, cómo funciona y cómo se siente manipular uno. Compra una caja de condones para familiarizarte.
El próximo paso con el que debes sentirte cómodo es con traer a colación el tema del condón con tu pareja. Piensa en algunas frases para plantear el tema. Si piensas que tu pareja se opondrá, prepara tu respuesta con anticipación. Éstas son algunas posibilidades:
Tu pareja dice: “Es incómodo”.
Tú podrías recomendar otra marca o tamaño.
Tu pareja dice: “Me saca las ganas”.
Dile que tener sexo sin protección te saca las ganas a ti. Y en forma permanente.
Tu pareja dice: “Si realmente nos amamos, debemos confiar el uno en el otro”.
Dile que justamente porque se aman tanto deseas asegurarte de que ambos estén seguros.
Tu pareja dice: “¿Tienes miedo de contagiarte algo?”
La respuesta natural: “A veces las personas ni siquiera saben que tienen infecciones, así que es mejor estar seguros”.
Tu pareja dice: “No disfrutaré del sexo si uso un condón”.
Dile que tú no puedes disfrutar del sexo a menos que sea seguro.
Tu pareja dice: “No sé cómo ponérmelo”.
Ésta es fácil: “Así, yo te mostraré”.
Una vez que te hayas familiarizado con los condones y hayas practicado tu rutina, deberás escoger el momento adecuado para hablar del tema con tu pareja. El momento indicado para hacerlo es mucho antes de que se encuentren en una situación en la que podrían necesitar un condón. En el fragor del momento, es más probable que una persona se sienta presionada y haga algo de lo que podría arrepentirse más tarde.
Intenta sacar el tema en forma casual. Podrías mencionar que compraste algunos condones y los has revisado. Ofrécele llevar los condones sin abrir. O sugiérele a tu pareja que compre su marca favorita (y luego lleva algunos de los tuyos, para estar seguro). Ofrécele probar diferentes tipos de condones para averiguar cuál es el mejor para ustedes.
Deja en claro que no tendrás relaciones sexuales sin utilizar condones. Si alguien te amenaza o te dice que prefiere romper la relación antes que utilizar un condón, es tiempo de que le digas adiós. Dile a esa persona que no tendrás relaciones sexuales con alguien que no te respeta y que no se respeta lo suficiente como para usar protección.
Éstas son algunas sugerencias para utilizar condones.
Verifica la fecha de vencimiento (si son viejos, los condones pueden secarse y resquebrajarse).
Elige condones de látex, el material considerado más efectivo en la prevención de enfermedades de transmisión sexual. (Si uno de ustedes es alérgico al látex, utilicen condones de poliuretano).
Si usas lubricantes junto con los condones, siempre utiliza lubricantes a base de agua. La manteca vegetal, las lociones, la vaselina o el aceite para bebés pueden romper los condones.
Abre el envase del condón con tus manos, no con los dientes y ten cuidado de no romperlo.
Elige un condón que tenga receptáculo en la punta para contener el semen después de la eyaculación. Oprime suavemente la parte superior del condón y colócalo en la punta de tu pene (o el de tu pareja). De esta forma, se elimina el aire atrapado, que puede hacer que el condón explote.
Desenrolla el condón por completo. Si el lado interno queda hacia afuera, deséchalo y empieza de nuevo.
Cuando hayas finalizado, tú o tu pareja deben retirarse al tiempo que sostienen el condón desde la base del pene para impedir que se salga.
Éstas no son las únicas sugerencias para conversar y utilizar condones. Si deseas más consejos, habla con tus amigos, hermanos o padres. Sí, con tus padres. Por supuesto, no todos los adolescentes se sienten cómodos hablando sobre sexo con sus padres. Pero muchos lo hacen y, en general, descubren que las mejores sugerencias que reciben son las de sus padres.
Los profesionales de la salud también son buenas fuentes de asesoramiento sobre el sexo y la sexualidad. Un médico, una enfermera o algún miembro de una clínica o un instituto locales de planificación familiar pueden ofrecerte consejos; si es necesario, confidencialmente.
Obviamente, la única forma de evitar completamente el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual es la abstinencia (no tener relaciones sexuales). Pero si decides mantener relaciones sexuales, podrás protegerte utilizando un condón.
Fuente kidshealth.org