Las películas nos han enseñado que el código morse es un tipo de lenguaje que se forma a partir de puntos y rayas, pero además de esto, la información que el público general maneja sobre este sistema comunicativo suele ser limitada. Descubre aquí qué es y cómo funciona el código morse.
¿Cómo apareció el código morse?
El código morse es un sistema de codificación de mensajes que se maneja a través de la combinación de rayas y puntos. Fue creado por el pintor e inventor norteamericano Samuel Breese Morse y su colaborador Alfred Vail en 1838. No obstante, el sistema se utilizó por primera vez el 24 de mayo de 1844, para enviar una frase entre Baltimore y Washington.
Las vibraciones del cada “letra” viajaban a través de un cable telegráfico que convertía esa fuerza en impulsos eléctricos, por medio de un pulsador que activaba el circuito. Ese día Morse escribió “What hath God wrought” (“Lo que Dios ha creado”).
Aprende a usar el código morse
Cada letra contiene una sucesión de elementos. El punto equivale a la unidad de tiempo más baja (un segundo). La raya en cambio, tiene una duración aproximada de tres segundos, es decir tres puntos.
Para separar una letra de otra, se deja un espacio de silencio equivalente a tres puntos. En cuanto a las palabras, la distancia es de aproximadamente cinco a nueve segundos.
Para facilitar el aprendizaje de este sistema, se suele usar la regla mnemotécnica (técnica que ayuda a relacionar palabras o información con datos que ya están en nuestra memoria). En este sentido, se asocia el código de una letra con una palabra clave:
-La inicial de la palabra clave es la letra correspondiente, por ejemplo: Carro (C).
-El número de vocales que contiene la palabra clave indica la longitud de la codificación en morse de dicha letra.
-Si la vocal es una “O” se sustituye por una raya (-)
-Si se trata de cualquier otra vocal se sustituye por un punto (·)
-Al sustituir, solo se tendrá en cuenta los puntos y rayas obtenidos hasta la totalidad de la longitud en morse.
Diferentes usos
El código morse también se ha utilizado en señales luminosas y sonoras.
Es enseñado dentro de la doctrina educativa del escultismo, como herramienta de formación comunicativa.
Incluso, ya en la década de los 90 del siglo pasado, varios dibujos animados mostraban a sus protagonistas chocando la punta de sus lápices contra los pupitres o contra las paredes, para comunicarse de un salón a otro.
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