¡Fantasea! Uno de los mejores consejos que te podré dar será éste, sin duda. Es lo que hará que se active tu clave erótica y, con ella, tu cerebro enviará la información a todo tu cuerpo chillándole: ¡Despierta!, ¡Te necesito!, ¡Que estoy viva y deseo!
Fantasia erótica
Está demostrado que antes de hacer cualquier cosa lo recreamos o imaginamos en nuestra cabeza, abriendo o cerrando la posibilidad de llevarlo a la práctica o no. Es cuestión de segundos. Muchas veces es imperceptible, pues lo hacemos de manera automática todos los días. Si imaginamos algo que nos gusta y que puede salir bien, nos decidiremos a hacerlo, si no, cambiaremos de idea y comenzaremos a imaginar nuevas posibilidades.
Pero, ¿qué ocurre cuando estamos tan ocupadas o desmotivadas que ni siquiera nos cuestionamos pensar en Sexo?. Efectivamente, si no aparece dentro de nuestros planes, el deseo no se activa y, por tanto, no sentimos ni las menores ganas de llevarlo cabo. Pero, ¿qué pasaría si, mientras vuelves del trabajo a casa, supieras que el hombre de tu vida te espera con una cena romántica, con vino y fresas, deseando besarte y acariciarte, dispuesto a llevarte al jacuzzi y hacerte el amor, como jamás nadie nunca te lo hizo?. ¿No crees que te pondrías nerviosa y deseosa de llegar a tu casa?. Vale, lo mismo no tienes jacuzzi, a tu pareja se le olvidaron las fresas o el que aparecía en tu imaginación no tenía esa barriguita incipiente. Sin embargo, y sin lugar a dudas, el deseo se ha disparado en ti con sólo pensarlo, y has liberado todas esas hormonas implicadas que te hacen sentir tan deseada y sensual. No me negarás que, con esta actitud positiva, y aún sin jacuzzi, ya no te perderás tu noche de amor y pasión. Ya verás, al entrar a tu casa le dirás a tu chico: “Cariño, hoy tengo ganas de marcha”. Que es lo que le decía un paciente a su pareja al llegar a casa, cuando realizaba los ejercicios sobre fantasías eróticas que le proponía en consulta.
La fantasía, fantasía es y, por tanto, no siempre tiene que llevarse a la practica ni hacerse realidad. Es más, podemos fantasear determinadas cosas que no seríamos capaces de hacer pero que funcionan a la perfección para despertar nuestro deseo, y ahí se quedan.
No te sientas mal si no fantaseas con tu pareja, es normal. Una de cada cinco mujeres confiesa fantasear con un extraño, aunque tenga pareja. Puede ser alguien que haya visto por la calle o su vecino, compañero de trabajo o algún personaje famoso. Y esto no significa que queramos estar con él realmente, ni se considera una infidelidad, no temas. Pero como consejo te diré que no se lo cuentes a tu pareja, es normal que pueda sentirse incómodo sabiendo que no fantaseas con él. Piénsalo, a ti tampoco te gustaría conocerlo, aunque la mayoría de nosotras entendemos que pueda fantasear con Angelina Jolie o la dependienta de la tienda de al lado, que es monísima. Pero que no me lo diga, porque me sentará fatal. Pues haz tú lo mismo, es por su bien…y por el tuyo.
Fuente: Femxy.mx