La cantidad de ideas preconcebidas que las mujeres tenemos antes de tener nuestra primera relación es absurda. Es probable que existan más ideas por minuto que caricias.
Cuando debería ser al revés. Para mí, la idea más importante es: cada mujer siente de manera distinta un orgasmo.
«Bueno, pero seguro en términos médicos debe haber un estándar?» No saben la cantidad de veces que he escuchado eso. Claro, médicamente un orgasmo es una contracción espasmódica, que no puedes controlar, de los músculos pélvicos, algunas mujeres eyaculan, otras no. ¿Qué siente cada mujer? Esa es harina de de otro costal y responsabilidad de cada amante.
Tengo amigas que al sentir un orgasmo, lo mismo han pasado por convulsiones pélvicas que por ganas de orinar. Algunas otras no tienen reacciones físicas tan evidentes, pero sienten que la piel de los brazos, la espalda, el cuello se les enchina. Otras tienen ganas de gritar y otras tienen orgasmos sin respirar.
Yo estoy segura de haber tenido orgasmos antes de reconocer al primero. ¿Triste no? Pero estaba esperando muchísimo de las reacciones de mi cuerpo y por lo tanto no dejé que mi cerebro se desconectara para sentir todo lo que sucedía.
Creo que más allá de esperar comprobar si de verdad tuviste o no un orgasmo, es indispensable que tomes en cuenta los puntos indispensables para disfrutar una relación sexual y, por lo tanto, ampliar las posibilidades para conseguir un orgasmo.
Checa esto:
Olvídate del orgasmo. En el sexo, lo más importante es el camino, a dónde llegues no le interesa a nadie.
Tienes derecho a decidir no sólo cuándo y con quién, si no cómo. Así que trata de vencer tus miedos y platícale a tu pareja qué quieres.
Desconéctate. Eres absolutamente perfecta, y cualquier hombre o mujer que esté compartiendo la intimidad contigo, es un suertudazo.
Piensa en ti. El sexo es la manera más efectiva para relajarte, generar endorfinas, olvidarte del estrés y de los problemas familiares. Así que por favor, piensa sólo en ti y en lo mucho que disfrutarás.
Enfócate en lo que sientes. El mejor ingrediente para el placer es olvidarte de lo que piensas y enfocarte en lo que sientes.
Fuente: Veintitantos
