Diferentes tipos, diferentes beneficios
Hay cuatro tipos de audífonos y todos ofrecen más o menos énfasis en uno que otro factor.
Los auriculares que se apoyan en la cabeza, también llamados Over-ear tienen almohadillas que cubren toda la oreja y son más cómodos si vas a utilizarlos por largos períodos.
También tienden a tener mejor calidad de sonido, pero son más caros y mucho menos portátiles. Por ello, es mejor reservarlos para uso profesional o en casa.
El tipo de uso determina cuál es el mejor.
Los On-ear se apoyan en la oreja y son más pequeños y portables que los que van sobre la cabeza y ofrecen también comodidad, pero aíslan menos del ruido exterior que los anteriores.
Los auriculares más comunes son los que se introducen en el oído y por lo general vienen con los dispositivos de música portátiles.
Las ventajas son múltiples: son más ligeros y portátiles, más baratos y la forma cómo se insertan al oído garantiza más retención del audio.
Sin embargo, la calidad del sonido es menor que el de los dos tipos anteriores, particularmente en el caso de sonidos más graves.
Y dentro de estos últimos hay una subcategoría, los llamados Earbuds que se introducen en el oído, pero no lo cubren completamente, por lo que aíslan menos del sonido exterior.
Éstos son los que peor calidad de sonido ofrecen.
Y además de estos tipos generales, hay audífonos para usos específicos como por ejemplo modelos deportivos que se ajustan mejor a la cabeza o se pueden enganchar en la ropa.
¿Con o sin micrófono?
Si estás comprando auriculares para usar con tu móvil, es mejor escoger uno que tenga micrófono.
De esta manera puedes tomar llamadas sin tener que quitártelos.
¿Y el precio?
Es posible encontrar audífonos excelentes por alrededor de US$70.
Esta es por supuesto una consideración importante.
Los auriculares varían de precio desde los más baratos, cinco dólares o algo así, hasta 300 dólares o más.
La marca es una consideración, pero lo mejor es olvidarse de la marca y escoger por las características.
Fuente: bbc