De existir un premio al país con más aumentos al salario mínimo durante un período de tiempo, Venezuela habría ganado con ventaja. Durante los 12 meses del 2016 el mandatario aumentó el sueldo 4 veces: en marzo (20%), mayo (30%), septiembre (50%) y noviembre (20%), con lo que el aumento más reciente es el quinto en menos de un año.
De hecho, el galardón por romper el récord debería ir directamente para el chavismo, ya que el presidente ve como un logro de la revolución el hecho de que se hayan incrementado los ingresos mensuales 34 veces durante los últimos 17 años.
“Quiere decir que a partir de enero las pensiones y el salario mínimo será de Bs 40.638 más Bs 63.720 del bono de alimentación (…) El ingreso mínimo integral de Venezuela pasa a Bs 104.358. Un aumento integral, de enero a enero de 536%, anualizado, es justo y necesario”, sentenció el Nicolás Maduro en cadena nacional.
Con una inflación que aumenta diariamente un 1.5%, según Oscar Meza —director de Cendas— es poco lo que un venezolano puede disfrutar, aun con el aumento del 50% de su sueldo.
El portal Portafolio de Colombia publicó un trabajo en el que calcula la distribución del salario de ese país ($737.717) del 2017 entre los principales rubros de gasto de los ciudadanos: vivienda, alimentación, salud y entretenimiento. Lo curiosos es que al final se calcula que, en promedio, el ciudadano colombiano puede ahorrar el 20% de sus ingresos básicos mensuales. Veamos que ocurre cuando distribuimos el salario mínimo venezolano.
Salario mínimo de Venezuela es el segundo más bajo de la región
A pesar de que el presidente Nicolás Maduro anunció como un gran logro el alza de 50% del salario mínimo, que lo llevó de 27.092 bolívares a 40.638 bolívares al mes, la realidad es que el ingreso de los venezolanos sigue muy por debajo de sus necesidades y solo supera a Cuba como el más bajo de la región.
Con frecuencia el gobierno asegura que la remuneración de los venezolanos es de las más altas porque usa como referencia la tasa de cambio preferencial de 10 bolívares por dólar. En ese caso, los 40.638 bolívares de sueldo mínimo equivalen a 4.638 dólares al mes o 135,46 dólares al día, y es ciertamente un salario alto.
Sin embargo, si lleva el salario mínimo a dólares, según la tasa de cambio del Sistema Marginal de Divisas que sirve para fijar el precio de la mayoría de los bienes que comercializan en el país, el ingreso mínimo de los venezolanos es muy bajo.
El miércoles la tasa de cambio en este mecanismo se situó en 676,71 bolívares por dólar. Es decir, el salario mínimo calculado con Simadi equivale a 60 dólares al mes, o 2 dólares al día. Ligeramente por encima de lo que se considera el ingreso de un país con pobreza extrema, que es de 1,9 dólares por día.
De los países de la región solo Cuba gana menos que Venezuela al mes, en la isla los trabajadores cobran 27,92 dólares mensuales o 0,93 dólares al día.
Hasta Haití, que históricamente se ha considerado una nación menos favorecida, tiene un ingreso mayor que el venezolano, pues allí los trabajadores cobran por jornada laboral 300 gourdes, o 4,84 dólares, lo que al mes significa cerca de 9.000 gourdes o 133 dólares.
La brecha es aún más elevada si el sueldo del venezolano es comparado con el que reciben los trabajadores de países vecinos. Mientras en Venezuela se cobra 60 dólares, en Colombia el salario mínimo legal subió este mes a 737.717 pesos o 250 dólares, según la tasa de cambio representativa de su mercado, que ronda 2.949,60 pesos por dólar. Y en Brasil el salario mínimo es de 937 reales o 290 dólares.
Arriba y abajo. Venezuela no solo tiene un salario mínimo muy bajo, también presenta la inflación más alta. A pesar de que el BCV no publica el INPC desde finales de 2015, firmas nacionales reportan que la inflación en 2016 se ubicó entre 500% y 520%. El país que más se acerca a Venezuela en inflación es Argentina, que al cierre de 2016 registró una variación de precios de 41%, según datos oficiales. Le siguen Uruguay, que cerró 2016 con una inflación de 8,1% y Brasil con 6,29%.
“Cuando ves lo que pasa en el resto de la región y lo relacionas con Venezuela, se observa una señal clara de que aquí hay algo que no está bien. Con esta inflación tan alta no hay ningún aumento de salario que pueda proteger el poder de compra”, aseveró el economista y profesor universitario Domingo Sifontes.
Insistió en que mientras no se recupere el aparado productivo y se incremente la oferta de bienes, el alza salarial por si sola lo que provocará será más inflación.
Conindustria coincide con Sifontes. En un comunicado, el presidente del gremio, Juan Pablo Olalquiaga, dijo que con una inflación tan elevada como la que vive el país, un aumento salarial no representa ningún beneficio para el trabajador.
Fuente: Banca y negocios / El Nacional
Por Confirmado: David Gallardo