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Cómo desnudar a una mujer con una mirada

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Cómo desnudar a una mujer con una mirada

La mirada es de una importancia fundamental en el juego de la seducción. Como ocurre en tantas ocasiones, los ojos transmiten mensajes que no precisan de la palabra para ser todo lo elocuentes que pretenden. Y, por supuesto, el poder de la mirada es capaz de ruborizar a una mujer si los ojos de un hombre la miran deseosos de contacto carnal, algo que, sin duda alguna, ocurre cuando parecen estar desnudándola.

 

Vaya por delante que, al margen de hacerlo de una u otra manera, siempre hay que actuar es con naturalidad, es decir, sabiendo qué terreno pisamos y dejándonos llevar. Sin embargo, a menudo lanzarnos a la piscina sin reparar en nada más conlleva el riesgo de estrellarnos o, lo que es lo mismo, de que la chica en cuestión se sienta molesta en lugar de halagada.

 

Por lo tanto, planteemos la cuestión del siguiente modo: nuestro propósito sería hablar sin palabras, utilizando la mirada para que una mujer capte el mensaje, sepa que nos atrae físicamente hasta tal punto que al mirarla sólo vemos deseo, piel, desnudez… ¿Pero, cómo hacerlo? Es difícil y al mismo tiempo muy fácil conseguirlo. Por un lado, el truco consiste en que haya la complicidad suficiente como para que nuestro atrevimiento, la miradita de turno, no parezca algo vulgar o directamente asqueroso, incluso. Por otro, conviene saber elegir el momento y el lugar oportunos, así como nuestro propósito.

 

El silencio como aliado

 

Mirarla rápidamente de arriba a abajo y viceversa, demostrando deleite y satisfacción mientras permaneces en silencio, es la típica manera de desnudar con la mirada. Es decir, se trata de un gesto que muy probablemente le hará hacerle sentirse desnuda ante ti. Es, por lo tanto, un arma de seducción muy poderosa, siempre que sea bien recibida, por supuesto.

 

Si te parece demasiado atrevido, puedes probar mirándole a los ojos (no a otros sitios, ni el escote, ni el trasero…) con deseo y cierta picardía, dejando una media sonrisa casi imperceptible que sólo deje adivinar lo que estás pensando o, al menos, que no desvele tan a las claras tu striptease ocular. El objetivo sería dar tan sólo una pequeña pista que pueda dar pie a la chica a acercarse, ya sea físicamente o con el tema de la conversación, por ejemplo.

 

Igualmente, aunque el silencio es un buen aliado, si lo prefieres puedes acompañar tu mirada con alguna frase sensual, cuanto más sencilla mejor, al estilo de un Me gustas, Me encantas o cosa similar. En este caso, el objetivo es actuar pero siendo sutil, dejando la tensión sexual en el aire para que ella pueda dar un paso más si lo desea…

 

Hacerlo bien es todo un arte, de cuyo éxito o fracaso sabrás al instante. Sólo has de observar la respuesta de ella para saber si has estado bien, si tu mensaje le ha llegado y, sobre todo, si le ha gustado. En todo caso, siempre será mejor pecar de discreto que de exagerado, pues las sobreactuaciones en este campo son demasiado arriesgadas, tanto que podrían arruinar tu poder de seducción en un abrir y cerrar de ojos…

 

 

Fuente: Sexólogos.net

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