Cuando un niño se pone malo, los padres no pueden evitar sentirse nerviosos y con dudas sobre cómo deben actuar. La incertidumbre ante esta situación a veces, les hace reaccionar con excesiva calma o con innecesaria preocupación. Lo normal es que los padres de un bebé o un niño de menos de tres años se sientan especialmente alarmados si ven que su hijo tiene unas décimas de fiebre.
Ante todo, los padres deben mantener la calma para analizar la situación como corresponde y no olvidar que la fiebre es un síntoma que ayuda a identificar qué le pasa al bebé. Esta puede deberse a que el niño tenga una infección o bacteria pero también puede darse como respuesta para luchar contra ella.
En cualquier caso, es razonable que estos padres se pregunten con cuánta fiebre hay que llevar a un bebé de entre 0 y 36 meses al médico. Eliana Lopes y Lucía Rodríguez, especialistas del servicio de Pediatría del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid responden que es necesario hacerlo cuando alcancen una temperatura a partir de 39 grados y si la fiebre persiste o no baja después de administrarle un medicamento antitérmico. “En el caso de que un niño con pocas décimas y sin ningún otro síntoma, no deje de llorar, los padres del bebé deben dirigirse a Urgencias”, añaden las especialistas y recuerdan que, en los bebés menores de tres meses, la fiebre es motivo de consulta en Urgencias, ya que puede ser un signo de una patología grave.
Cómo bajar la fiebre de un bebé
Si un niño mayor de tres meses no supera la fiebre indicada como alarmante ni presenta otros síntomas, las pediatras explican qué pueden hacer los padres para que el bebé recupere una temperatura normal. “Primero debemos retirar el exceso de ropa que pueda llevar el bebé y dejarlo en pañales para comprobar si baja su temperatura corporal. Si la temperatura permanece alta, se pueden utilizar medidas físicas, como un baño con agua templada, asegurándonos de mojar constantemente la ingle, la cabeza y la axila, ya que en estas zonas el recorrido sanguíneo es más superficial”.
Además, según Lopes y Rodríguez, para tratar picos de fiebre, podemos administrarle paracetamol (Apiretal), en todas las edades.
En cuanto a la recuperación del niño, las especialistas señalan que, aunque la fiebre haya remitido, los padres deben observar el estado general del bebé, la mejora de su ánimo, según le baja la temperatura y su apetito: “Es un indicador reseñable del buen estado del bebé tras un episodio de temperatura alta”, advierten.
Fuente: dmedicina
Por Confirmado: María González