Gran parte de los beneficios que reconocemos en los celulares o tabletas están relacionados con las facilidades para capturar y gestionar nuestra información personal: desde fotografías, contactos, correos, mensajes cursados en las redes sociales, hasta aplicaciones para acceder a la banca en línea.
En el caso de extravío o robo, la posibilidad de que otras personas puedan tener acceso a toda esa información —cuando ésta no se encuentra debidamente resguardada— puede ser más grave que la pérdida del móvil. De allí la necesidad de proteger esos preciados —y sensibles— datos.
La protección integral de los datos móviles se basa en procedimientos automatizados para cifrar o encriptar la información que generan los usuarios, de modo que cuando estos datos se graban, no pueden ser leídos si no se posee la contraseña inicial del usuario.
Los iPhones blindados. Desde la aparición del iPhone 3GS, Apple realizaba el cifrado de todo el disco y garantizaba que la información no podía ser descifrada ni siquiera cuando la unidad se cambiaba de un dispositivo a otro, una táctica que había sido exitosa con modelos anteriores.
Pero quedaba la amenaza de la “fuerza bruta”, como se denomina a los intentos repetidos de forma automática para dar con la clave de usuario, usando un computador de mucha capacidad. Apple logró frenar esos intentos, usando “alcabalas” de software. Cada nuevo intento debe esperar al menos 80 milisegundos o hasta 5 segundos en los dispositivos iOS más nuevos, lo que implica que pueden pasar años antes de descifrar una clave de 6 cifras con letras y números.
Apple ha declarado que con las nuevas medidas de seguridad, ni sus propios técnicos pueden descifrar la información. La única llave la tiene el usuario, dicen.
Android sigue el paso. El sistema operativo escogido por más de 80% de los usuarios, Android, no disfruta de una muy buena reputación en seguridad. Sin embargo, ofrece la opción de encriptar el disco —las particiones del usuario— y más recientemente, con la versión Android Kit Kat, se puede cifrar por separado el dispositivo y la memoria SD; lo más conveniente es cifrar ambos medios.
El procedimiento es sencillo: Vaya a Ajustes, luego a Configuración, y luego a Seguridad.
Con la última versión Lollipop, Google ofrece el cifrado de todo el disco, pero la protección debe ser activada por el usuario. Apple, en cambio, comienza a encriptar los datos una vez que el usuario establece una contraseña de acceso.
El cifrado tiene una desventaja: impacta en el rendimiento del móvil. Y una vez realizado, asegúrese de que nunca va a olvidar su contraseña, o perdería irreversiblemente el acceso a sus datos.
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