El crimen desenfrenado, un deterioro de la economía con una inflación disparada y escasez de bienes básicos para los consumidores están poniendo presión sobre el presidente Nicolás Maduro, quien ganó por muy poco las elecciones en abril pasado.
Maduro ha prometido que extenderá la «revolución» socialista de su fallecido mentor, Hugo Chávez, quien puso a la compañía petrolera estatal PDVSA a cargo de toda la industria en el país con las mayores reservas de crudo del mundo. También nacionalizó los activos de compañías extranjeras, y llevó a Venezuela a varios casos de arbitraje internacional.
Este desalentador escenario ha llevado a que los analistas planteen interrogantes sobre las consecuencias de las violentas protestas para la industria petrolera. Algunas de estas dudas son las siguientes:
¿Podrían las protestas afectar la producción de crudo?
No en el corto plazo. Las protestas se concentran en las principales ciudades del país, lejos de los centros de producción, como la Faja del Orinoco, el Lago Maracaibo y el estado de Monagas en el este. Las refinerías de Venezuela, que tienen una capacidad conjunta de 1,3 millones de barriles por día (bpd), fueron construidas para exportar productos y se encuentran en la costa del Caribe. Eso permite cargar fácilmente buques petroleros para enviar crudo y derivados al extranjero.
Venezuela exporta cerca de 2,2 millones de bpd de petróleo, y su principal mercado son los Estados Unidos. Hasta el momento, PDVSA ha enviado crudo y productos de manera normal a sus clientes y vende de manera activa combustibles en el mercado abierto, según operadores.
¿Las protestas han afectado antes la producción de crudo?
Sí. La industria fue golpeada por una huelga de dos meses en 2002-2003, que fue organizada por la oposición política en un intento por remover a Chávez del poder. Eso afectó la producción, que cayó a apenas 25.000 bpd desde un promedio de tres millones de bpd.
El trabajo en las refinerías fue detenido por los trabajadores, lo que afectó tanto a las exportaciones como a la distribución doméstica de combustibles como gasolina, diésel y gas para cocinar. Los puertos no operaron, lo que obligó a PDVSA a declarar fuerza mayor y dificultó que el Gobierno importara productos refinados.
En las semanas posteriores, un nuevo directorio de PDVSA designado por Chávez despidió a los empleados acusados de participar en la huelga, cerca de la mitad de la fuerza laboral de la compañía.
¿Están preparados el Gobierno y PDVSA si los manifestantes intentan llegar a las instalaciones petroleras?
Sí. El ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, dijo que PDVSA tiene un «plan de contingencia» para reforzar la seguridad en todas sus instalaciones. En el pasado, esos planes han incluido la presencia de militares en las refinerías y zonas de producción. Hasta el momento, los líderes de las protestas no han convocado a ninguna marcha en las instalaciones petroleras.
¿Los trabajadores petroleros están afiliados a algún partido político?
Sí. Durante el mandato de Chávez, los diferentes sindicatos petroleros se unieron en una sola organización que actualmente es liderada por socialistas partidarios del Gobierno. Empleados de refinerías y otras instalaciones han expresado su apoyo al gobierno de Maduro.
¿Cuál es el nivel de importancia del petróleo venezolano en el mercado mundial?
Venezuela es el mayor exportador de crudo de América del Sur y, si bien los Estados Unidos son su principal cliente, ha diversificado su base de ventas y envía más de un millón de barriles diarios al continente asiático.
PDVSA tiene una unidad en los Estados Unidos, Citgo, que posee una red de refinación de 750.000 bpd. Recibe principalmente crudo venezolano, pero firmas como Valero Energy y Chevron también usan regularmente ese petróleo. En Asia, PDVSA utiliza el petróleo para pagar más de 36.000 millones de dólares en créditos de China al gobierno venezolano. Una parte de las exportaciones de PDVSA está reservada para pagar créditos, y si hay algún retraso caería en mora.
Venezuela es además el mayor proveedor de petróleo de Cuba y una docena de islas del Caribe, que reciben unos 200.000 barriles diarios a través de acuerdos que incluyen financiamiento y trueques.
Infobae