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¿Cómo afectan las emociones al dolor de espalda?

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¿Cómo afectan las emociones al dolor de espalda?

Las emociones y sentimientos reprimidos devienen –generalmente- en enfermedades como gastritis o úlcera, pero también en dolor lumbar y de la columna. Si en toda actitud externa se esconde una actitud interna, todo problema emocional tendrá su síntoma físico: una columna alineada es clave para conservar la salud.

 

 

por Marcelo Barroso Griffiths

 

Cuando pretendemos transmitir una verdad o un sentimiento, nos abocamos -sin duda alguna- a sentar las bases del conocimiento para aclarar las dudas y así poder explicarlas con fundamento. Nuestro cuerpo no escapa a las situaciones en que nos encontramos inmersos y así es que éste recibe constantemente las influencias de todo lo que nos rodea. La columna vertebral es el pilar fundamental de nuestra existencia, no por su estructura, sin por lo que la misma recubre y cuida: nuestro sistema nervioso.

 

El concepto de columna refiere al soporte vertical que permite sostener el peso de una estructura. Vertebral, por otra parte, es lo perteneciente o relativo a las vértebras (los huesos cortos y articulados entre sí que forman el espinazo de los animales vertebrados). Es el verdadero eje del cuerpo humano, que permite sostener el peso de una estructura.

 

La espalda representa el apoyo en la vida, es el sostén del cuerpo, el pilar de la estructura ósea y muscular. Simboliza sobre todo lo que “soportamos” de los dilemas de la vida.

 

Existe una importante relación entre la espalda y muchas enfermedades. De hecho, se cree que el 90% de los padecimientos tienen alguna conexión con la columna vertebral, ya sea que pequeños desplazamientos de las vértebras opriman los nervios que alimentan a nuestros órganos y a distintas partes del cuerpo, dañándolos indirectamente, o que un problema en el cuerpo ocasione una tensión que termine por dañar al sistema nervioso y, en consecuencia, a la columna vertebral.

 

Por lo tanto, las emociones se guardan: acumulamos tensiones en diferentes zonas del cuerpo especialmente en el hígado, estómago, riñones, hombros y espalda. Esta tensión deforma los órganos y el propio cuerpo, afectando así a la columna vertical en forma de tensión y músculos agarrotados. El dolor es, en realidad, el resumen final de una calidad de vida con deterioro, uno no llega a padecerlo fortuitamente, sino por el acumulo de situaciones.

 

 

 

La culpa del estrés

 

Vemos con frecuencia, como estos estados emocionales pueden repercutir en el resto de nuestro cuerpo y sin duda alguna que a nivel de la espalda le generaran un trabajo mecánico importante, condicionando la respiración, por ejemplo, tornando a nuestro tórax rígido, impidiendo que volúmenes de aire necesarios para nutra vitalidad sean suficientes.

 

Las situaciones de estrés van minando nuestra capacidad de funcionar correctamente. Así, al perder funciones, vamos notando cómo las mismas se traducen en impotencias musculares, orgánicas y hasta mentales.

 

Nuestra musculatura superior envuelve nuestros hombros y cuello y reflejan nuestro estado emocional: si estamos contentos eso hará que nuestro cuello se presente erguido, nuestro rostro distendido, relajado y sin tensiones pero por el contrario, las personas tristes, traducen en una mirada baja, cansina, un cuello proyectado hacia adelante, todo le pesa…

 

Nos sentiremos cansados, cuando en realidad no hemos hecho un esfuerzo físico, sino que hemos estado funcionando mal a nivel respiratorio, ya que un tórax deprimido en sus movimientos difícilmente pueda recibir el aporte neurológico en forma adecuada. Nuestro diafragma no recibe la orden nerviosa de manera adecuada de su nervio frénico que desciende desde el cuello, el cual está rígido, contracturado.

 

Nuestras funciones orgánicas se verán indefectiblemente afectadas, en una musculatura rígida. Difícilmente la circulación de sangre será eficiente, nos dolerá la cabeza, tendremos pesadez de vista y las tensiones repercutirán sobre nuestro sistema digestivo.

 

Cuando queremos realmente tener éxito, terapéuticamente hablando, debemos entender el contexto en el cual estamos inmersos, una profesión o terapia por sí sola carecerá de efectividad si no se observa y se atiende al ser humano en la globalidad. El éxito radicará, en definitiova, en lograr cambiar nuestro estilo de vida.

 

 

 

De vértebras, órganos y emociones

 

-En la zona lumbar hacen eco problemas como la depresión y el miedo. Se detectan inconvenientes en los órganos reproductores y en la vejiga. La zona lumbar puede ayudar contra el estreñimiento, la espalda adolorida, la irregularidad en la menstruación y hemorroides. También puede generar dolor de cabeza, hombros y debilidad ocular, debido a una falta de irrigación sanguínea.

 

-Las vértebras torácicas son relativamente pequeñas y fijas, aunque tienen cierto grado de flexión. Su principal función es servir de conexión para la caja torácica. Sus terminales nerviosas alimentan los principales órganos del cuerpo y están relacionadas con problemas de corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas y estómago.

 

-La región torácica es donde más se perciben los efectos de daños en los órganos. Se pueden distinguir problemas como asma, baja presión, úlceras estomacales, problemas cardiacos y diabetes.

 

 

 

A nivel emocional:

 

-La zona de las cervicales representa la flexibilidad, un dolor en la zona del cuello indica la negación, la inflexibilidad, la terquedad.

 

-Un dolor en la zona alta de la espalda puede asociarse a la falta de apoyo emocional, la sensación de no ser amado.

 

-Un dolor en la zona media de la espalda habla de culpas, sensación de carga. Suelen ser personas que se responsabilizan en exceso por la vida de los demás.

 

 

 

¿Como prevenir estos problemas?

 

Es fundamental realizar chequeos regulares con el quiropráctico, una profesión sanitaria que se ocupa de las alteraciones biomecánicas de la columna vertebral y su repercusión en el sistema nervioso y en la salud.

 

Su trabajo se enfoca en mantener o restablecer el funcionamiento integral del cuerpo humano, del análisis, detección y corrección de las subluxaciones vertebrales.

 

La quiropraxia no busca sustituir la atención de la medicina. Por el contrario, el propósito es hallar una forma de eliminar una de las principales formas de interferencia al esfuerzo innato del cuerpo para estar bien y es totalmente complementaria con otras prácticas que mejoran la salud. La columna vertebral, verdadero eje del cuerpo humano.

 

Fuente: entremujeres

 

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