Padres, madres y representantes hacen milagros para conseguirles cupo a sus muchachos en colegios privados. Los directivos de las instituciones no les aseguran una vacante escolar, ya que no se dan abasto con la matrícula existente, además de que no hay espacio físico para albergar a tantos alumnos, el máximo de matrícula es de mil estudiantes.
Un representante comienza a sufrir en los colegios aproximadamente desde marzo, cuando piden los requisitos de inscripción entre los cuales están: partidas de nacimiento, cartas de residencia, descargar vía web planillas de inscripción, entre otros. Luego rogarle a Dios que sobre un cupo para aprovecharlo.
La situación crítica que atraviesa el país afecta también a las instituciones privadas, pues trabajan a media máquina, ya que no les alcanza con la mensualidad que se cobra por estudiante. Muchos directores comentan que los gastos administrativos suben y el dinero que pagan alcanza menos.
Los cupos educacionales están limitados desde preescolar, primaria o secundaria. La prioridad la tienen los familiares de estudiantes, para el resto de los aspirantes a conseguir cupo en cualquier grado se les hace cuesta arriba, las exigencias son muchas.
Erlinda de Hartliep, presidenta de la Asociación Larense de Educación Privada (ALEP),manifestó que las instituciones educativas privadas no visualizan un futuro muy halagador, por eso han cerrado la posibilidad de inscripción a muchas personas que solicitan la oportunidad. “Por todos lados estamos bombardeados de dificultades”, expresó.
Foto: Carmen Márquez